La inteligencia cubana. La seguridad cubana. Es el manual. Y el manual dice que no es un problema de ser los mejores sino de estar convencidos del modelo político que se construye. En Cuba se convencieron de estar construyendo el paraíso terrenal. El socialismo. El comunismo. Aunque esta última palabra la pronuncian ahora entre dientes. En Venezuela, unos cuantos, también están convencidos de que el socialismo es el futuro, sigue siendo el futuro, y es hacia allá hacia donde dirigen el barco del chavismo. Para ello requieren de firmes militantes. De firmes ministros. Que crean en el proyecto.
No requieren de los que dudan. De los que desaparecen en horas cruciales. De los que se acercan a empresarios y plantean negociar porque el modelo se agotó, o la patria puede perderse, o que la situación se les fue de las manos, o que el país corre hacia escenarios impredecibles. Ya lo hemos dicho. Todo este episodio desde que apareció Juan Guaidó, dividió al régimen de Maduro entre blandos, tibios y radicales. O para hacerlo más sencillo. En convencidos y no convencidos de que se marcha hacia el socialismo. Y el socialismo es un asunto serio, y hay que asumirlo con seriedad, y ello requiere entrega y pocas dudas. Y ello implica enfrentarse a los Estados Unidos. Y ello implica batallas. Una detrás de otra. Y ello implica depurar la sociedad venezolana. Y depurar al PSUV, y seguir depurando al estamento militar.
Como dice el general Carlos Rotondaro, (otro que se fue), el régimen de Maduro derivó hacia el control. Y son pocos los que deciden. O mejor dicho, el que manda es Maduro. Y manda con los cubanos que imponen el manual. El libreto que aplicó la revolución cubana y que le produjo a los Castro el resultado que buscaban: Sostenerse en el poder. Y allí están, desde 1959. De modo que la inteligencia cubana, ha detectado hace tiempo los “cuadros” militares y civiles fieles al plan. Convencidos del plan. Por tanto esta removida de mata de Maduro vendrá menos por los resultados de su gestión que por el convencimiento en el programa del socialismo.
Fuente: Kon Zapata