Aproximadamente 85.000 personas han firmado ya una petición dirigida a la Casa Blanca en la que se reclama la deportación de Estados Unidos de María Gabriela Chávez, hija del expresidente de Venezuela Hugo Chávez y delegada permanente de Nicolás Maduro ante las Naciones Unidas

“De acuerdo con la posición de Estados Unidos sobre Venezuela y su decisión de no reconocer el régimen de Maduro, el pueblo venezolano solicita respetuosamente la deportación de María Gabriela Chávez”, señala una solicitud registrada en la plataforma “We the People”, de la Casa Blanca.

La petición, creada el domingo por alguien que responde a las siglas J.P., debe alcanzar la cifra de 100.000 adherentes para obtener una respuesta de la Casa Blanca.

En su petición al gobierno de Donald Trump, el autor argumentó: “María Gabriela Chávez ha criticado abiertamente la democracia y la cultura de Estados Unidos mientras se encuentra en territorio estadounidense”.

“Ella representa un régimen de narcotraficantes y un estado terrorista”, agregó.

Los firmantes critican que María Gabriela Chávez no haya asistido a tres de las últimas cinco reuniones del Consejo General de la ONU, a pesar de estar en Nueva York ejerciendo tareas públicas.

Por otro lado, pidieron a la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos, que depende del Departamento del Tesoro, que abra una investigación sobre la representante de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas.

“Está catalogada como una destinataria conocida de grandes sumas de dinero resultantes de la corrupción sistemática en Venezuela”, apunta la petición.

La solicitud se hizo viral y fue tendencia por varias horas en las redes sociales 

Maduro, en el poder desde 2013, volvió a tomar posesión de su cargo el 10 de enero como fruto de unas elecciones el 20 de mayo de 2018, calificadas como fraudulentas y no reconocidas por la comunidad internacional.

Cuando el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, fue juramentado como presidente interino del país el 23 de enero, Estados Unidos fue el primer país del mundo en reconocerle y pronto aglutinó el respaldo de los países más poblados de Latinoamérica y de la mayoría de los miembros de la Unión Europea.

Maduro sigue ejerciendo el poder en Venezuela amparado en el crucial apoyo de la jefatura de las Fuerzas Amadas y el respaldo de países con dudosos registros democráticos como lo son Cuba, Nicaragua, Rusia y China

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