La expectativa se hacía sentir en la concentración de este lunes, convocada en la plaza Alfredo Sadel de Caracas, que a pesar de ser feriado por Carnaval, estaba abarrotada de personas que querían escuchar y ver a Guaidó en caso que lograra ingresar al país. Varios políticos hablaron, la música hacía del ambiente armónico, pero la incertidumbre entre los manifestantes no bajaba.
A las 12:21 del mediodía, el diputado a la Asamblea Nacional, Juan Andrés Mejía, se paró en la tarima para anunciar a los presentes que Guaidó había logrado ingresar al país y que además pasó la temida policía migratoria del principal aeropuerto internacional del país en Maiquetía.
La euforia de los ciudadanos concentrados en Caracas se hizo sentir inmediatamente. Mejía pidió a los presentes esperar al también presidente de la Asamblea Nacional, para escuchar lo que tenía por decir. La concentración se mantuvo y par de horas después, mientras hablaba la diputada Delsa Solorzano, se sintió la intranquilidad de la multitud, por lo que la parlamentaria preguntó con una gran sonrisa “¿Ya sabemos que está llegando verdad?”.
Inmediatamente empezaron los gritos y Solorzano finalmente dijo: “Bienvenido a casa Juan Guaidó, nuestro presidente encargado de Venezuela”.
Poco después apareció el proclamado presidente interino en tarima. Tenía los ojos vidriosos, al igual que su esposa, Fabiana Rosales, pero ambos mostraban la alegría por el reencuentro. Los diputados se abrazaron entre todos y Guaidó se posicionó frente al podio. Lo único que se escuchaba era el silencio que fue roto por el verso del Himno Nacional: “Gritemos con brío, muera la opresión”.
Así comenzó su discurso Guaidó; de una forma desafiante preguntó a los presentes “¿Hay un ápice de miedo?”, el público contestó con un contundente “no”.
Durante las horas de la mañana, se respiraba gran tensión en territorio venezolano. La justicia de Nicolás Maduro había emitido una prohibición de salida del país contra el parlamentario. A pesar de esto, el joven político había logrado burlar a las fuerzas saliendo por la frontera con Colombia el pasado 22 de febrero.
Guaidó logró asistir al Venezuela Aid Live e inició una gira por varios países de Latinoamérica -Colombia, Brasil, Paraguay, Argentina y Ecuador- que lo recibieron en su mayoría con honores presidenciales. A pesar de las amenazas, el proclamado presidente encargado anunció su regreso para el lunes 4 de marzo por Maiquetía.
Bajo este escenario, el parlamentario desafió en su discurso una vez más, enviando un mensaje a Maduro sobre las Fuerzas Armadas de Venezuela: “Es evidente que luego de las amenazas, alguien no cumplió (…) la cadena está rota”.
“Estamos mucho más unidos y fuertes que nunca. Aquí estoy. El juego cambió, el juego es otro”, expresó.
Se mostró el pasaporte de Guaidó, evidenciando los sellos de salida y entrada al país dando fe de lo que estaba diciendo y ratificó “aquí está el presidente encargado de la República de Venezuela”.
“Quien usurpa funciones y se disfraza en carnavales con la banda presidencial no es el presidente. Aquí esta el presidente encargado de Venezuela. Lo dijimos el 5 de enero, la banda militar está quebrada y aquí está el presidente encargado de Venezuela, aquí me tienen”.
Por otro lado, dio la ruta para lograr el “cese a la usurpación” de Maduro, que es el primer punto de su plan a corto plazo para el país, aclarando que desde la sociedad civil se deben realizar más movilizaciones, iniciando este martes con una marcha de empleados públicos y sindicatos. También llamó a otra manifestación para el sábado sin dar más detalles.
“Unión y movilización son los dos elementos que necesitamos para acabar con esta usurpación”, explicó.
Finalmente, aunque reconoció que el intento de entrada de la ayuda humanitaria el pasado 23 de febrero fracasó, aseguró que la cooperación internacional también será parte fundamental en la recuperación de la democracia del país y que tiene el apoyo de la misma para seguir el proceso.
“Vamos bien, vamos muy bien, vamos con todo hasta lograr la libertad de nuestro país”, reiteró.
El también presidente de la Asamblea Nacional quiso hacer un especial reconocimiento al cuerpo diplomático de Venezuela, que esperó su llegada al aeropuerto; a los presidentes de los países que lo recibieron y, sobre todo, unas emotivas palabras dedicadas a su esposa, Fabiana Rosales, por acompañarlo en este trayecto.
“No va haber normalidad hasta que recuperemos el abrazo en familia, hasta que se reúnan todos los que se fueron (…) Vamos a velar por su regreso a casa, vamos a velar por todos”.