William Jiménez Gaviria, excoordinador de Investigaciones Estratégicas de la morgue de Bello Monte, en Caracas, reveló en una entrevista ofrecida a la periodista Sebastiana Barráez, y publicada en Punto de Corte, que el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, presionó a las autoridades para que el cuerpo del expiloto del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), Óscar Pérez.

Jiménez Gaviria, quien se encuentra en calidad de refugiado en Perú, explicó que el 15 de enero, cuando ocurrió el asesinato de Pérez y sus seis compañeros, recibió junto con el coronel Domingo Argenis García Pérez, director de la Morgue de Bello Monte; y el comisario Ramón Barrientos recibieron los cuerpos sin vida, pero horas antes habían llegado los cadáveres de Heyker Leobaldo Vásquez Ferrera, miembro del colectivo Tres Raíces de la parroquia 23 de enero y de otro de ese grupo.

“Esos cuerpos venían con mucho despliegue policial. Yo tuve un cruce de palabras con funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales (FAES), que venían acompañados con funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim)”, dijo. Jiménez Gaviria aseguró que el ministro de Interior, Justicia y Paz, Néstor Reverol, dio la orden de que se desconectaran todas las cámaras del circuito cerrado y se incautaron los teléfonos del personal de radiólogos y administrativo.

El excoordinador de Investigaciones Estratégicas de la morgue de Bello Monte indicó a Barráez que García Pérez, el comisario del Cicpc, Luis Rodríguez, y el director de Evaluación Médico Forense de la morgue, Sinuhe Villalobos, fueron hasta El Junquito, donde se registraron los hechos el 15 de enero.

Jiménez Gaviria dijo que Rodríguez no hizo la evaluación en el mismo sitio de los acontecimientos, como corresponde, sino que la hizo en la morgue. “Es por eso que las actas de defunción están suscritas por médicos que nunca vieron los cadáveres”, sostuvo el exfuncionario, quien afirmó que desde un principio “y desde las altas esferas del poder, había instrucciones que le dieron” a García Pérez.

Expresó que el 16 de enero, un día después, Reverol tenía previsto un pronunciamiento al país al rededor de las 10:00 de la mañana, pero no lo hizo porque todavía no tenía los exámenes de toxicología. Quince minutos después, el ministro comenzó con una fuerte presión y pidió al director de la morgue que en los exámenes se reflejaran que Pérez y su grupo “habían consumido alcohol y drogas”.

Fue por ello que Atilia Graterol, directora del Departamento de Toxicología, le dijo al director de la morgue que necesitaba más tiempo. La doctora alteró los valores de los exámenes para hacer ver que sí había presencia de alcohol y otras sustancias, según las declaraciones de Jiménez Gaviria.

El coronel de la Guardia Nacional Bolivariana, Bladimir Lugo, llegó a la morgue con cuatro unidades militares “repletas de guardias” con la orden de cremar el cadáver de Pérez. “El coronel Lugo le dijo al coronel García lo siguiente: ‘mire coronel, tengo órdenes mucho más arriba que las de Reverol, y cuidado con que usted se ausente porque las órdenes que tengo es meterlo preso a usted y cualquier otro que se ponga loco”, expuso.

“El coronel García le dice al coronel Lugo: ‘mire coronel, yo no sé si usted me va a meter preso, pero en este momento voy a salir de comisión al Fuerte Tiuna a llevar una información que me está pidiendo el presidente de la Corte Marcial y el Fiscal Militar’. Lugo le responde: ‘vaya, cumpla con su orden’”, agregó.

El coronel Lugo le dijo a García que tenía la orden de llevarse el cadáver de Pérez, y que la orden iba directamente de Diosdado Cabello. De hecho, esa noche, la mayor presión que recibió el general Reverol fue de Diosdado Cabello, porque Reverol no quería cremar el cuerpo, pero Diosdado sí. Aun así, Reverol llamó al coronel García para decirle que cremara el cuerpo. El coronel le respondió: ‘Entendido mi mayor general, pero la Ley me lo impide’

Esta información fue publicada originalmente por Punto de Corte.

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