El Alcalde Metropolitano de Caracas, en el exilio, Antonio Ledezma, le habla al país sobre las acusaciones que existen contra Luis Fernando Vuteff García, su yerno, quien fue detenido en España en medio de la Operación Carabela por presunto “blanqueo de capitales” provenientes de la “corrupción en Venezuela”.

He servido a Venezuela en tiempos de estabilidad y en esta terrible época de adversidad. He sufrido la cárcel y ahora el exilio. Puedo decir con humildad republicana que en todos estos años ni me he envanecido con el poder, ni me he envilecido por la corrupción. Nunca he callado ni subordinado mis principios a ningún arreglo diferente a lo que dicta mi conciencia.

Yo siempre he respondido por mis actos.

Quizás en Venezuela, por no existir un poder judicial, nos hemos olvidado de que la Justicia no se imparte en la calle o en las redes.

En España, donde vivo desterrado, se inició un proceso cuyos detalles no conozco y me incumben no como juez o parte, sino como padre de mi hija. Creo que lo prudente, de hecho, lo único que nos cabe hacer a todos es esperar las decisiones firmes del sistema judicial español. Mientras tanto es importante no especular o extrapolar.

La vida mia, en lo personal y en lo político, es sencilla y transparente. Quienes me conocen de toda la vida, en uno o ambos ámbitos, pueden dar fe de que mi vida es de servicio y que soy hombre de palabra.

Por mis actos respondo y doy la cara. A mi familia la atesoro, la cobijo como todo padre y la protejo de la infamia.
La fortaleza de mis convicciones y mi pasión por mi patria tienen como bases y sustento el inmenso amor que siento por mi familia, y la solidaridad y confianza que siempre me han otorgado mi esposa y mis hijos. Entre nosotros somos incondicionales, pero absolutamente respetuosos de los proyectos de vida que cada uno ha emprendido. Hoy me toca dar la cara por mi familia, y compartir con los venezolanos y con todos aquellos que se han puesto de nuestro lado lo que nos está ocurriendo:

Tengan claro que jamas me verán ni abandonando a mis amigos, ni escudándo a nadie de la justicia verdadera.

Quiero para Venezuela libertad, democracia y progreso. Quiero que salgamos cuanto antes de esta tiranía y que comience una nueva época de justicia y derecho.

1.      El esposo de mi hija Antonieta, Luis Fernando Vuteff García, es objeto de una investigación abierta en el reino de España sobre presunta legitimación de capitales. En este momento está detenido. Nuestra familia está conmocionada por este hecho. Y esperamos que el proceso se siga llevando a cabo de acuerdo con el derecho, y que al final se haga justicia.

2.      En ningún caso se debe inferir de esta situación el que yo haya participado, me haya lucrado o haya tolerado ningún tipo de manejo indebido, ilegal o inconveniente. Está a la vista de todos la frugalidad de mi exilio y la dedicación a tiempo completo a las mejores causas del país. Todos se pueden imaginar el dolor que Mitzi y yo sentimos por la situación de angustia y preocupación por la que está pasando nuestra hija y nieto, a los que no abandonaremos en este trance. También nos apena el dolor de los padres y familia de Fernando.

3.      No voy a arriar las banderas de lucha. El país que hoy sufre hambre, enfermedad, desconsuelo, represión y violencia puede seguir confiando que dedicaré hasta el último segundo de mi vida a los esfuerzos de su liberación. Arriesgando por ello todo lo que deba arriesgar, y siempre dando la cara por mi honestidad y el inmenso valor que le doy al haber vivido una larga carrera política sin haber caído nunca en la tentación de vender al país por treinta monedas de plata.

4.      Agradezco todas las llamadas de apoyo y los mensajes de solidaridad. Aprecio a todos los que me han ratificado su confianza. Y les reitero a todos que el éxito de la causa a la que he entregado mi vida será la única retribución a la que aspiro.

 

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