La solución de fondo que debe adoptar el gobierno, es el de resolver el problema de la hiperinflación, para permitir que los comerciantes puedan tener más claridad en el cálculo de sus  costos de reposición y que haya más competencia entre más gente que quiera abrir negocios y que al trabajador y al consumidor, le alcance el dinero, asegura el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.

Hizo referencia a la situación que se ha presentado con las acciones de la Sundee, obligando a los comercios a ajustar sus precios, advirtiendo que los consumidores acuden presurosos a aprovecharse de esta situación, con una visión muy miope del hoy, porque después la reposición de esos inventarios de esos negocios que hoy prácticamente están siendo víctimas de esa especie de “saqueos programados”, no solamente no van a volver a abrir y los que abran, probablemente la estructura de reposición de inventarios va a ser muy lenta, con lo cual la escasez y el desabastecimiento de muchos productos, va a ser complicada.

“Entonces en el momento en que se me acabe, la harina, el papel, el jabón y quiera reponerlo, dónde lo voy a conseguir, que me lo va a vender, a lo mejor voy a tener que depender nuevamente de un bachaquero o un informal que lo va a multiplicar por cualquier precio, entonces esta no es la solución, la solución de fondo que debe adoptar el gobierno, es el de resolver el problema de la hiperinflación, para permitir que los comerciantes puedan tener más claridad en el cálculo de sus  costos de reposición y que haya más competencia entre más gente que quiera abrir negocios y que al trabajador y al consumidor, le alcance el dinero”, afirmó.

Recordó que en estos momentos, Venezuela tiene un déficit fiscal, es decir el diferencia entre lo que le ingresa y lo que gasta, de alrededor de US$ 16.000 millones, indicando que para el Gobierno poder saldar sus cuentas, pagarle a todos los contratistas, para dar todos los bonos, pagar a pensionados sin tener la plata, para generarla la crea artificialmente y esto lo pagan todos los ciudadanos con más inflación, recordando que por eso se le llama “impuesto inflacionario”.

“Sacando cuentas, si tienes un déficit de US$ 16.000 millones, entre el aumento de la gasolina, la reforma al IVA, el impuesto a bienes suntuarios, la reforma al Impuesto Sobre la Renta, la puesta en marcha de nuevo del impuesto a las transacciones financieras, esto debe producir unos US$ 12.000 millones, con lo cual el hueco del déficit queda en US$ 4.000 millones, no es tan grave, pero resulta que estás incrementado pensiones, salarios de empleados públicos, aprobando nuevos bonos, bonos de reconversión, que más o menos suman unos US$ 5.000 millones, con lo cual  estas generando US$ 8.000 de ingresos, pero estas incrementando el gasto en US$ 5.000, el efecto neto es US$ 3.000, con lo cual el déficit sigue existiendo, es significativo y se va a nutrir con plata artificial, y la inflación no se va a acabar”, afirma.

Oliveros no ve creíble que el gobierno pueda mantener la maquinita de hacer billetes del BCV operando para cubrir todos los gastos, aseguró en entrevista radial.

El Impulso
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