Este lunes se cumple un año de la consulta popular que organizó la oposición venezolana para rechazar la elección de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), que el Gobierno instauró días después, y para exigir la renovación de los poderes públicos; una tarea pendiente del antichavismo que está hoy disgregado en lo político.

Según los organizadores, unos 7,5 millones de venezolanos participaron en el plebiscito del 16 de julio de 2017 y rechazaron la conformación de una ANC sin el referendo previo que establece la Constitución, pero finalmente se constituyó así pese a las críticas de numerosos Gobiernos que no reconocen a este foro.

La consulta también demandó, por casi la totalidad de los votantes, el respeto por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) a las decisiones de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento), una instancia controlada por la oposición que obtuvo una abrumadora mayoría en 2015, en unas votaciones incontestables.

Además, con este proceso celebrado al margen del Poder Electoral se aprobó renovar los poderes públicos y proceder “a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la conformación de un Gobierno de unión nacional para restituir el orden constitucional”.

Esta consulta se concretó en medio de las protestas antigubernamentales del año pasado que se saldaron con más de 120 muertos y mientras aumentaba la condena internacional al Ejecutivo de Nicolás Maduro por su “deriva autoritaria”.

Sin embargo, la llamada revolución bolivariana impuso su Constituyente tras unos comicios respaldados por 8 millones de venezolanos, según los resultados oficiales que luego fueron desacreditados por la empresa que brindaba el soporte tecnológico al Consejo Nacional Electoral (CNE).

Mientras tanto, el llamado a las urnas que hizo la oposición en julio pasado sirvió para contabilizar el repudio al chavismo, que ya venía manifestándose en las calles del país petrolero con decenas de protestas, pero no para concretar el cambio político que pregonaban entonces los detractores de Maduro.

Apenas se instaló la ANC, mostró el alcance de su poder incontestable al destituir a la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, por sus críticas al Gobierno y convocó a elecciones de gobernadores en las que participó el grueso de los partidos que conforman la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

El oficialismo obtuvo 18 de las 23 plazas en disputa y la contraparte volvió a denunciar un fraude electoral mientras participaba en un proceso de negociación política con el Gobierno, auspiciado por varios países y el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero.

Conforme el diálogo avanzaba hacia el precipicio la idea de una unidad opositora se fue dinamitando entre posturas a favor de las conversaciones y otras que reclamaban el cumplimiento del mandato de julio, encabezados por la plataforma Soy Venezuela.

Bajo estas diferencias se produjo la primera escisión opositora dentro de la bancada que domina la Cámara, donde una fracción de 13 diputados que adoptaron el mote de “16 de julio” llamaron a dar prioridad al mandato del plebiscito: nombrar nuevos rectores electorales y llamar a comicios.

Ninguna de las dos cosas ha ocurrido y, en cambio, Maduro fue reelegido en mayo de este año en las votaciones presidenciales de más baja concurrencia en la era chavista y su triunfo ha sido más cuestionado que reconocido en la escena global.

Asimismo, las decisiones importantes del país son tomadas desde agosto pasado por la ANC, un foro integrado únicamente por fieles defensores de la llamada revolución bolivariana y que cumplirá un año de gestiones sin que hasta ahora se conozcan avances sustanciales en la redacción de la nueva Constitución venezolana.

La exdiputada María Corina Machado, la más notable defensora del mandato del 16 de julio, dijo hoy que ese plebiscito “está vigente” por lo que las instituciones con incumbencia, principalmente la AN y la Fuerza Armada Nacional, deben actuar en consecuencia.

“Hoy dos palabras nos unen, hoy dos palabras recogen el mandato del 16 de julio y esas son ‘fuera Maduro’. A pesar de las diferencias (…) hay un objetivo superior que es salvar a Venezuela”, expresó durante un acto conmemorativo de la consulta junto a diputados de la fracción.

VÍA LA PATILLA.

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