En Venezuela, anualmente, cada 27 de junio se celebra el Día Nacional del Periodista, para conmemorar la publicación del primer periódico del país, denominado el Correo del Orinoco. Estos comprometidos profesionales cumplen con la vital labor de recopilar, analizar, procesar, publicar y proveer, a través de diferentes vías, bien sea escrita, oral, visual o gráfica, contenidos con información sobre la actualidad que necesita conocer la sociedad, para que sus miembros estén informados sobre lo que acontece en su entorno.

Esa práctica profesional es también llamada el cuarto poder, debido a la gran repercusión que representa en la colectividad, en cuanto al desarrollo del análisis crítico de los hechos. De allí, el gran compromiso ético que tienen, pues deben garantizar este derecho en beneficio de los ciudadanos y, a su vez, defender la libertad de expresión. Así, los integrantes de la sociedad, pueden estar al tanto no solo de lo que sucede localmente, sino, además, de las noticias a escala global. Este comunicador social es el responsable de mostrarle al público la realidad, planteando su mensaje con apego a la veracidad de la información y manejándola de forma comprensible para que el público sea capaz de entenderla claramente.

Para este fin, utiliza la noticia como base del contenido a emitir, el cual puede ser desarrollado basado en múltiples géneros, como la crónica, la entrevista, la opinión, el reportaje, entre otros. Esos contenidos, a su vez, se transmiten a través de distintos canales, como la radio, la televisión, la prensa, las revistas, así como por los medios digitales mediante el Internet. Sus posibilidades temáticas abarcan el desarrollo de diversos tópicos centrales, como investigación, guerra, sucesos, política, deporte, cultura, ambiente, economía, las cuales, muchas veces, se desarrollan para medios especializados.

Entre los retos del periodismo actual se pueden nombrar como uno de los más importantes la ética, lo cual va de la mano con la credibilidad. Se hace necesario que el periodista en su ejercicio cuente con criterios establecidos en lo referido al manejo intachable de la verdad y al respeto de sus receptores. Sin duda, la falta de veracidad daña la respetabilidad del comunicador y del medio que transmita esa información poco objetiva. La credibilidad genera confianza del público, pues es el resultado de un equilibrio entre la objetividad y la subjetividad presentes en la información, para hacer que el receptor crea en su contenido.

VÍA EL NACIONAL.

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