La falta de personal médico se hizo sentir este lunes en la emergencia del Hospital Uyapar de Puerto Ordaz, cuando desde tempranas horas de la mañana pacientes pediátricos no habían sido atendidos, no solo por falta de insumos y medicamentos, sino por falta de pediatra. Esta situación ya había sido advertida y que se ha agravado desde el cierre del Centro Pediátrico Menca de Leoni en San Félix, a pesar de las promesas electoreras que lanzó hace menos de un mes Nicolás Maduro durante una de sus visitas a la región. Así lo reseña correodelcaroni.com

Por Jhoalys Siverio

“No hay médico, estamos desesperadas”. Esta fue la nueva escena en la emergencia del Hospital Uyapar de Puerto Ordaz, donde la directiva está más pendiente de evitar el ingreso de la prensa que en ofrecer una solución. La denuncia de la mañana de este lunes es que no había personal médico para atender a los pacientes pediátricos que se complicaban.

El pasado viernes, el doctor Luis Valera, médico del Hospital Dr. Raúl Leoni en San Félix, denunció que por una semana los dos hospitales de Ciudad Guayana estuvieron sin oxígeno. El suministro ha sido irregular, pues esta fue otra de las denuncias de las madres desesperadas en la emergencia, quienes informaron a Correo del Caroní que el domingo falleció una niña de tres años por falta de oxígeno. Sin embargo, no se pudieron confirmar los datos de la infante.

“Mi hijo tiene la respiración trancada, no hay oxígeno ni nada para nebulizarlo”, comentó la madre de un bebé de tres meses de nacido, quien ingresó por bronquitis. En los cinco días que lleva en la emergencia, no ha recibido tratamiento, debe conseguirlo por cuenta propia porque no hay en el centro asistencial ni en las farmacias.

“No hay médico, la enfermera lo que nos dice es que esperemos, pero estamos desesperadas. Hay un niño que necesitan entubarlo y no hay especialista”, agregó.

“A cada rato se muere un niño”, es otra de las frases que repetían estas madres, reflejos de la crisis sanitaria en Ciudad Guayana. Dan cuenta de que en lo que va de mes han muerto por lo menos 45 niños, una cifra que ni médicos se han atrevido a contabilizar, mucho menos una autoridad que la oficialice.

Los pacientes dependen de si sus familiares consiguen o no los medicamentos, sea para la patología que sea; niños con vómito, diarrea y bronquitis eran los casos más comunes. También desnutrición.

 

De la emergencia salieron padres que ya pasaron por eso: llevaban su propio nebulizador.

ç“A mi hija la tenían en piso y cada vez que tocaba nebulizarla no conseguían el aparato, se perdía. Tuve que traer el mío, ya me la dieron de alta porque mejoró, pero no pude comprarle todos los medicamentos, había uno que salía en 17 millones de bolívares”.

Embarazadas, ya con las contracciones, eran remitidas a Ciudad Bolívar.

No solo fue la falta de médico y de oxígeno. El viernes, el Hospital Uyapar no contaba con agua, como gran parte de la ciudad. “El baño está asqueroso”.

Falta de personal

La diáspora de médicos y enfermeras se repite tanto en Guaiparo como en Uyapar. Este último colapsó a partir del cierre del Centro Pediátrico Menca de Leoni por daños de infraestructura.

Fuentes internas del centro asistencial revelaron que hasta marzo, el personal de pediatría en el Uyapar estaba completo, pero comenzó a intensificarse la escasez de insumos en la emergencia, aunado a las dificultades para movilizarse, lo que conllevó a renuncias del personal.

 

Las guardias llegan a ser recibidas por un solo pediatra, lo que implica ver a los pacientes en la emergencia, a los que están en observación y los que están en trauma shock, espacio con capacidad para dos pacientes graves.

No hay neonatólogos, por lo que deben encargarse también de los recién nacidos a partir del mediodía, además de revisar los laboratorios de los recién nacidos del día anterior, a los cuales las pediatras de la mañana le había solicitado exámenes para decidir si egresan o ingresan. También proceden a hacer las órdenes con sus respectivos cálculos de los medicamentos.

Aun así, había por lo menos dos días a la semana en que las guardias quedaban solas. Más de la mitad renunció y quedaron siete, número que habría disminuido a cuatro. Todo este caos se advirtió.

Se distribuyeron dos pediatras por guardia como mínimo y se le solicitó a las autoridades la necesidad de insumos y personal de enfermería, médicos especialistas y generales, pero sin respuesta. Asimismo, solicitaron al hospital de Guaiparo que mientras se hicieran los trabajos de infraestructura y dada la contingencia, que los pediatras de esta institución prestaran el apoyo en esos dos días de guardia en el que no habían especialistas. La respuesta que recibieron es que no era posible.

La Fundación Lala ofreció contratar a cuatro especialistas pediatras y pagar, y así lo hicieron, mientras que la Alcaldía mandó dos médicos generales, agregaron.

 

 

“Es muy duro ver cómo mueren de uno a tres niños diariamente, eso nunca había pasado, jamás habíamos tenido tantos casos de niños con desnutrición severa, y peor, no contar con el abecé para atenderlos. Hemos pasado por crisis de salud, pero siempre habíamos encontrado voluntad para resolver”, comentó una doctora.

“Hoy además de la falta de comida, medicinas, insumos médicos, hay carencia de buena voluntad para resolver lo que el cargo demanda. Lo más delicado es que es un problema institucional, es un problema de Estado y de política de salud, y tratan de echarle la culpa a quien da la cara, exponiéndose, que son los médicos”, agregó.

El viernes 8 de junio, el Centro Pediátrico Menca de Leoni cumplió dos meses exactos de su cierre, y las reparaciones llevaban más de 10 días paralizadas. El gobernador Justo Noguera Pietri, a la fecha, no ha cumplido con la dotación de insumos que el 25 de abril aseguró que iniciaría ese mismo día, al reiterar que contaban con los mismos.

VÍA LA PATILLA.

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