Autoridades gubernamentales ratificaron este viernes que el cono monetario actual tendrá vigencia hasta el 3 de junio. La firma Ecoanalítica considera que se proseguirá con la política de alargar su circulación, pues dos meses es muy poco para sacar los actuales billetes del torrente monetario, publica Correo del Caroní.

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A las manos de Jorge Melo, un comerciante independiente radicado en San Félix, no llegó nunca el billete de 100 mil bolívares, que entró en circulación, hace apenas cinco meses, en noviembre de 2017. Aunque para él, el papel moneda sigue siendo nuevo, el presidente de la República, Nicolás Maduro, asombró al país con el anuncio de una reconversión monetaria y la emisión de un nuevo cono monetario que entrará en vigencia el 4 de junio de 2018.

La lenta distribución del más reciente cono monetario, y la profunda hiperinflación que azota las finanzas de los venezolanos desde el año pasado, ha alimentado una severa escasez de efectivo, lo que permite proyectar a la firma Ecoanalítica que una vez que los nuevos billetes entren en circulación habrán perdido 70% de su valor.

El actual cono monetario tendrá vigencia hasta el 3 de junio, de acuerdo con las autoridades gubernamentales. El debilitado billete de Bs.100 mil, el de más alta denominación, que no alcanza ni para pagar un chocolate de barra, puede que no llegue en los próximos dos meses a las manos de Melo.

El papel moneda de mayor denominación será a partir de junio el de Bs. 500, pero una vez en poder del comerciante independiente equivaldrá no a Bs. 500 mil, sino a Bs. 140 mil.

“El nuevo cono monetario tendrá una vida corta; para el momento en que el billete de Bs. 500 circule habrá perdido 70% de su valor, tomando en cuenta nuestras proyecciones de inflación. Las monedas en particular no van a tener ningún sentido, el material será más valioso que la denominación de la moneda”, explicó el economista de la firma Ecoanalítica, Jean Paul Leidenz.

El taxista Humberto Rivas, residenciado en Unare, tiene pocas expectativas en torno de la nueva familia monetaria. “Lo único que va a hacer el nuevo billete es arreglar el lenguaje, legalizar el hecho de que la gente ya le había quitado tres ceros a los precios”, expresó, en alusión a la espontánea reconversión que comerciantes y usuarios ya habían instaurado en los últimos meses al hablar de precios.

De 10 meses de implementación a solo dos meses

El dúo de platos fuertes de la tanda de anuncios del mandatario nacional en la noche del jueves, la reconversión monetaria y la emisión del nuevo cono monetario, está en la memoria reciente de los venezolanos, pues el primero y único proceso de eliminación de ceros a la moneda nacional en la historia de Venezuela ocurrió en 2008, por orden del ex presidente Hugo Chávez.

Entonces, hubo 10 meses para la fabricación y sustitución de las especies monetarias, adecuación de los sistemas de pago y registros contables, así como para el diseño e implementación de una estrategia de comunicación. El lapso era considerado como perentorio por el Banco Central de Venezuela (BCV) y la tarea un difícil reto, dado el lapso inferior a un año.

En esta oportunidad, solo dos meses distancian el anuncio de la implementación. “Le garantizaremos a la población contar con las unidades monetarias necesarias en monedas y billetes”, señaló este viernes -en una entrevista en Venezolana de Televisión- el presidente del BCV, Ramón Lobo.

El nuevo cono monetario, que se identificará como bolívar soberano, tendrá monedas de 0,5 céntimos y un bolívar así como billetes de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 bolívares. El bolívar soberano significa el entierro oficial del bolívar fuerte, bautizado así por el presidente Chávez.

Lobo indicó que hasta el 3 de junio habrá plazo para utilizar o depositar los billetes pertenecientes al actual cono monetario en la banca nacional, tanto pública como privada, y a partir del 4 de junio lo que tendrá valor serán los nuevos billetes y monedas, reseñó la Agencia Venezolana de Noticias (AVN).

En la reconversión monetaria de 2008, el cono previo y el nuevo circularon en paralelo. En 10 meses se hicieron modificaciones en la Casa de la Moneda de Venezuela, se establecieron dos turnos de producción y “el trabajo en horarios redoblados se hizo con el equipamiento existente, el cual fue sometido a un profundo mantenimiento para funcionar sin desperfectos bajo las nuevas condiciones”, indica una publicación del BCV a propósito de la reconversión de 2008.

La fábrica venezolana contó con asistencia técnica y apoyo de varias fábricas de Italia, Alemania, Sudáfrica, Chile, Canadá y Gran Bretaña. “En nueve meses se fabricaron más de 1.700 millones de piezas de billetes y más de 10.000 toneladas de monedas”, precisa el BCV.

Vía LaPatilla.com

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