La epidemia de sarampión sigue propagándose en Caracas y los médicos no tienen acceso a los exámenes confirmatorios que realizan en el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel.

Los pediatras e infectólogos de cuatro hospitales de Caracas coinciden en que nunca tienen acceso a los resultados de las pruebas de laboratorios para descartar el sarampión. Hasta ahora los médicos deben “cuidar sus palabras” y hablar de sospechas clínicas cuando observan fiebre, erupción, tos, congestión nasal y conjuntivitis. Pero lo que sí denuncian con precisión es que los niños con estos síntomas son cada vez más recurrentes en los centros de salud de Caracas.

En una sola semana se hospitalizaron a 10 niños en el Hospital Pediátrico Elías Toro con los síntomas, mientras que en el Hospital Universitario de Caracas se atienden hasta 10 casos diarios de niños, informaron los médicos a El Nacional.

En un sondeo de cuatro hospitales de Caracas se constató que hay 169 casos, al menos. En el hospital Domingo Luciani se atendieron tres casos en lo que va de año; en el Hospital Universitario se suman 60; en el pediátrico Elías Toro, 70, y en el J. M. de los Ríos, 36 hasta el 23 de febrero.

Los primeros casos comenzaron en Catia, pero pese al bloqueo de vacunación que comenzó a hacer el Ministerio de Salud, la epidemia comenzó a propagarse en la ciudad en medio de un hermetismo comunicacional que mantiene el organismo.

En estos momentos los médicos de estos cuatro hospitales reportan niños con la enfermedad, que llegan de El Junquito, Antímano, El Valle, La Hoyada, Las Acacias, Capitolio, Valles del Tuy ,Petare y el barrio Las Minas del municipio Baruta.

La Organización Mundial de la Salud emitió un comunicado en febrero en el que certifica que el contagio de sarampión en Venezuela –que tenía el certificado de territorio libre de la enfermedad desde 2016– se debía a problemas en la vacunación.

La epidemia comenzó a propagarse desde septiembre del año pasado en el estado Bolívar, justo en el mismo lugar donde también resurgió la difteria, otra enfermedad que se previene con vacunación y de la que no se veía un caso desde 1992.

Hasta el 6 de febrero, el Ministerio de Salud reportó al organismo internacional 1.703 casos sospechosos, 952 de los cuales fueron confirmados por técnicas de laboratorio en 9 estados.

La Sociedad Venezolana de Infectología emitió un comunicado en el que alerta a la comunidad con respecto a las dosis de vacunación que han sido insuficientes para prevenir la infección.

“En Venezuela, la cobertura de vacunación con la primera dosis de vacuna trivalente viral (12-18 meses de edad) ha sido inaceptablemente baja; sin embargo, la cobertura de esta primera dosis ha sido mayor que con la segunda dosis (4-5 años), la cual ha sido marcadamente insuficiente. Puede calcularse una cantidad cercana a un millón de niños que no han recibido la vacuna contra el sarampión en los últimos ocho años”, denunciaron.

En dos días se cuenta un año sin que el Ministerio de Salud reporte data epidemiológica en el país y su portal web sigue sin funcionar.

Quinto reporte de difteria de OPS tiene contradicciones

La OPS emitió otro comunicado el 28 de febrero sobre la difteria, con errores y contradicciones con respecto a reportes anteriores. El número total de casos sospechosos acumulados en Venezuela fueron 324 en 2016; 609 en 2017 y 36 en 2018. En el nuevo boletín no se actualizaron las cifras de fallecidos de las últimas 4 semanas, pese a que la prensa venezolana ha ido reportando las muertes por esta causa entre enero y febrero de este año. En Caracas, la prensa reportó la muerte de un niño de 8 años de edad, el 28 de enero, que vivía en la parroquia La Pastora, y que fue atendido en el Hospital J. M. de los Ríos.

La Red Defendamos la Epidemiología precisó que en la quinta actualización se reportaron 97 fallecidos, cuando en 2 informes anteriores se anunciaron 127 y luego se redujeron los muertos a 47 sin que el organismo internacional hiciera una fe de errata.

El informe además tiene errores gramaticales y de contenido, denunció la Red Defendamos la Epidemiología: en el tercer párrafo de la primera página dice “Corynebacterium diftheriae” cuando lo correcto es “Corynebacterium diphteriae” y el tratamiento de ‘Bencilpenicilina procaínica o Penicilina G Procaína se prescribe en miligramos cuando lo correcto es en unidades, explicó la ONG.

“Deploramos que la calidad del contenido y la redacción de los últimos documentos titulados ‘Actualizaciones sobre difteria’ de la OPS/OMS no sea aceptable, más cuando suponemos que el documento es elaborado por expertos”, citaron en un comunicado los especialistas.

Vía ElNacional.com

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