El ministro de Salud Luis López y funcionarios de alto rango de esa cartera viajaron a la capital tachirense de emergencia a causa de la muerte de siete niños en el Área de Neonatos del Hospital Central de San Cristóbal, centro asistencial de referencia del suroccidente del país.
Según se conoció, López y sus funcionarios sostuvieron reuniones con la directiva del principal centro asistencial y de la Corporación de Salud del Táchira para coordinar acciones inmediatas de manera de frenar estos decesos.
Aunque no ha habido reporte oficial de la reunión y medidas que ejecutarán en las próximas horas, se conoció por fuentes vinculadas al Hospital Central de San Cristóbal que comenzará un saneamiento inmediato de las áreas que estarían contaminadas, así como trabajos de culminación de secciones del centro asistencial que en los últimos nueve años no fueron acabadas y dispuestas para parturientas, recién nacidos y pacientes pediátricos.
A mediados de 2010, el Hospital Central de San Cristóbal fue intervenido por disposición gubernamental y la entonces ministra de Salud, Eugenia Sader, anunció la ejecución de trabajos estructurales de áreas así como la dotación de insumos. Al concluir su mandato César Pérez Vivas, el principal centro asistencial fue entregado a José Vielma Mora, siguiente gobernador.
Pero la crisis nacional afectó igualmente al Hospital Central de San Cristóbal y en 2016, en asamblea de médicos, enfermeros y trabajadores del centro asistencial advirtieron la difícil situación.
“Se nos están muriendo como pollitos los niños en el retén porque no tenemos surfactante pulmonar y son niños que pueden salir vivos de este hospital. Aquí lo que estamos haciendo es medicina de guerra”, dijo Isabel Rodríguez, residente de Pediatría.
En las últimas 24 horas, ingresaron a la morgue del Hospital Central de San Cristóbal siete niños procedentes del Área de Neonatos.
Según la parte de ingresos, un bebé de cinco días de nacido murió a causa de asfixia perinatal mientras que una niña de 26 días de nacida murió a causa de insuficiencia renal y asfixia cardiopulmonar. Un niño de 13 días de nacido murió a causa de hemorragia pulmonar e insuficiencia respiratoria y otra niña de 20 días de nacida murió por hidrocefalia congénita. Se estaba verificando los motivos de las muertes de tres niños más.