Tramitar un pasaporte, renovar la cédula de identidad, buscar los datos filiatorios hasta para solicitar una información sigue siendo una tarea cuesta arriba para los zulianos y los venezolanos que a diario acuden a las oficinas del Saime (Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería).

Desde que se implementaron, en octubre pasado,  las prórrogas, el pago exprés como vía más rápida para obtener estos documento, el colapso en las sedes del organismo se multiplica.

El verdadero víacrucis comienza con quienes intentan por cuenta propia ingresar a la página web del organismo y luego de miles intentos, horas de sueño perdidas, pues muchas veces la disponibilidad es durante la madrugada, el esfuerzo es en vano, y ya  no hay posibilidad de pedir un trámite;  es allí donde entra la opción de la gestoría interna  y externa para realizar el proceso.

Los montos por trámite oscilan entre los 600 mil bolívares y los 3 millones de bolívares, también está la opción en moneda extranjera que la mayoría de las  veces es solicitada en efectivo.

“Por pago exprés estoy pidiendo 800 mil bolívares. A mucha gente le parece caro, pero el tiempo que uno lleva metiéndose en la página lo vale. Claro poco a poco he ido descubriendo unos trucos, cambié hasta de navegador (sistema para ingresar a la web) y así es que puedo resolverle más rápido a mis clientes”, contó sin tapujos un joven estudiante de 24 años.

Andrea Rodríguez llevaba semanas intentando ingresar al sistema para pedir el pasaporte de uno de tres sus hijos.

“El día que por fin pude entrar fue a las 2:30 de la madrugada y no me reconoció el usuario y la clave. Solo por ese trámite me están pidiendo un millón 700 mil bolívares. Preferí venir a hacer la cola a buscar información y si me lo pueden resolver directamente”, relató decepcionada la mujer de unos 35 años, mientras esperaba su turno a las afueras de una de las sedes.

En Maracaibo, de las cuatro sedes solo las ubicadas en el sector Valle Frío y en el complejo deportivo Zumaque I,  vía a Perijá, son las que están tramitando los documentos. Las dos restantes situadas en el antiguo Core 3 y Sabaneta  están funcionando para la entrega de los documentos debido a problemas en el sistema y el robo de cables.

Los madrugonazos en Valle Frío, por la oficina principal,  siguen a la orden del día. El que llegue más temprano será el primero, si corre con la suerte que no haya personas  con supuestas listas que a la final son cupos vendidos a quienes prefieren llegar más tarde y entrar sin contratiempos.

Diariamente esta oficina recibe entre 200 y 400 personas y algunas veces se confunde con una feria por la cantidad de usuarios que asiste.  La seguridad y el orden  está a cargo de funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB).

A las 8:00 de la mañana comienza la atención. Se forman cuatro  filas. Niños, adultos de la tercera edad, pasaporte y renovación de cédula.

Los niños que van a cedularse por primera vez son los primeros. La tanda es de 35 a 40 pequeños que deben entrar con su documentación y sin acompañantes.

Algunas veces, el proceso es rápido; otras no, pasan hasta más del mediodía haciendo el trámite.
Mientras tanto, los padres afuera viven una angustiosa espera y luchan con los “colaos”, “los que entran por una palanca” para atiendan a sus hijos.

La gestoría interna sigue sin parar. Para el que no quiere hacer la eterna cola,  por medio de terceras personas contactan a un funcionario que es el que se encarga de agilizar su ingreso.

El funcionario se asoma, nombra a la persona o sale a buscarla directamente, en medio del gentío que se aglomera en la puerta y da gritos para ser atendido, este  pasa  desapercibido  con una o dos personas atrás, como si fuera un trencito, y así va hasta completar su objetivo: meterlos para que sean atendidos “más rápido”.

Y es que durante la espera, también hay dos  obstáculos que sortear. La caída del sistema y los bajones de electricidad que en, algunas oportunidades, pasa del mediodía. Los funcionarios para agilizar la atención organizan por lista a los que están esperando en cola, “y si no pasan hoy se vienen mañana temprano y serán los primeros en atender”,
advierten.

“Esto es un desastre uno tiene que pasar hasta tres días para ver si corre con suerte y lo atienden. Me ha tocado venir y traerme el desayuno y hasta el almuerzo porque no sabe cuando va a salir”, expresó una mujer de 41 años que buscaba la prórroga de su pasaporte vencido.

Del otro lado de la oficina, la entrega de documentos es un poco más rápida, sin embargo,  hay que hacer cola para esperar.
Pese a que se buscó la opinión del jefe del Saime en la región esta fue imposible por no estar autorizado para rendir declaraciones.
El pasado sábado, a cinco funcionarios de este organismo el Ministerio Público les dictó medida privativa por  manejos fraudulentos del sistema protegido de este servicio, ya que al momento de la producción de pasaportes incluían seriales de personas que previamente eran captadas, a quienes les solicitaban recursos en moneda nacional y extranjera.
Los documentos  eran sustraídos de la Torre Tecnológica del Saime, en Caracas,  previa cancelación del dinero
En el Zulia, el año pasado ocho funcionarios de la sede Sabaneta fueron apresados por cobrar para agilizar la documentación.

En Punto Fijo, estado Falcón, el director de la oficina del organismo también fue detenido y destituido por solicitar 200 doláres para la tramitación de un pasaporte que se ha convertido en el documento más preciado para los venezolanos que buscan emigrar por la crisis económica y política que vive el país.

Vía Panorama.com

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