La detención de Enrique Aristeguieta Gramcko, de 85 años, además de denuncias, trajo consigo un hito: la de convertirlo en el preso político más longevo que ha conocido la historia en el mundo, referente no superado ni siquiera por el líder de las luchas contra el apartheid, Nelson Mandela.

Las irregularidades caracterizan la aprehensión de Gramcko, quien la madrugada de este viernes fue sacado de su vivienda de forma abrupta por una comisión del Sebin, según confirmó su abogada, Theresly Malavé, en declaraciones recogidas por Caraota Digital.

Los múltiples mensajes y opiniones de Gramcko en contra del Gobierno venezolano serían el motivo por el cual el abogado terminó en la sede del Sebín de El Helicoide. Los llamados para su liberación se hicieron prácticamente de inmediato: desde instancias internacionales hasta organizaciones venezolanas han catalogado como injusta su detención.

A continuación le presentamos un conteo de otras figuras de avanzada edad que por razones políticas terminaron tras las rejas:

Nelson Mandela

El líder de la lucha contra el apartheid tenía 45 años de edad cuando fue condenado a cadena perpetua y confinado en la isla de Robben, en Suráfrica. Sin embargo, el 11 de febrero de 1990, tras haber pasado 27 años encarcelado, el entonces presidente surafricano, Frederick de Klerk, le otorgó la libertad. Mandela tenía entonces 72 años.

Mandela y de Klerk encabezaron las conversaciones que condujeron a la instauración de una democracia multirracial en Suráfrica, por lo cual ambos fueron merecedores del Premio Nobel de la Paz en 1993.

Óscar López Rivera

Estuvo tras las rejas hasta los 74 años, cuando el entonces presidente estadounidense Barack Obama otorgó un indulto al líder independentista puertorriqueño por cuya libertad intercedió hasta el mismo presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien propuso canjear la libertad de López Rivera por la de Leopoldo López, otro preso político venezolano.

En 1981 fue capturado por el Oficina Federal de Investigación (FBI, por su sigla en inglés) acusado de “conspiración” y por pertenecer a las FALN.

Al ser capturado reclamó para sí la condición de “prisionero de guerra”, amparado en el Protocolo I de la Convención de Ginebra de 1949, que reconoce tal condición en caso de personas detenidas en conflictos y luchas contra la ocupación colonial.

La exigencia no fue recibida por el Gobierno de EE.UU. que le condenó a 55 años de prisión federal. Luego el hombre habría intentado escapar de la cárcel y se le impuso una pena que se convirtió en una sentencia de 70 años, 12 de los cuales los pasó en aislamiento total, según reseñó la cadena de noticias Telesur.

Mario Chanes de Armas

Cumplió 30 años de presidio político en Cuba, tras ser acusado de conspirar contra Fidel Castro. Participó en el asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio 1953, hecho que marcó el inicio de la revolución cubana. Por ese hecho fue juzgado y condenado a 10 años de cárcel, pero se benefició de la amnistía general decretada en 1955 y marchó a su primer exilio en Miami. Castro lo llamó desde México para que se incorporara a la próxima acción: el desembarco del Granma, el 2 de diciembre de 1956, de acuerdo a una reseña del diario caribeño Cuba Encuentro.

“Se identificó como un preso plantado hasta el 16 de julio de 1991, cuando fue liberado. En la cárcel recibió la noticia del nacimiento y muerte de su único hijo, Mario, de 22 años, y la del fallecimiento de sus padres y de su hermano Francisco, que murió en Miami en 1990, tras cumplir también prisión política en la Isla”, describe el portal.

Luego de su liberación, Chanes de Armas se exilió en Miami, EE. UU., donde se convirtió en activista por la libertad de los presos políticos y la liberación de Cuba. Falleció el 24 de febrero de 2007 a los 80 años, a causa de un infarto.

Vía Caraotadigital.com

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