Emigrar se ha vuelto cada vez más complicado para muchos venezolanos que huyen de la crisis de su patria y no cuentan con los recursos suficientes para costear un boleto de autobús o avión y llegar a sus destinos en busca de una mejor calidad de vida. Así lo reseña lanacionweb.com

Con tal de encontrar mejores oportunidades para ayudar a los suyos, no les importa caminar largos trayectos en las carreteras colombianas para cumplir su meta, a pesar de las condiciones climáticas y lo doloroso que puede resultar la ruta, se van en grupos en busca de una nueva vida.

“Ha sido muy doloroso las ampollas, el frío, la espalda”, narra uno de los caminantes. Muchos llegan a instalarse en los parques de Bucaramanga, reseñó Caracol.

Las duras condiciones de los caminos y la falta de alimentos son los principales problemas que enfrentan los venezolanos que huyen de la pobreza.

“Hemos pasado hambre, frío, hemos dormido mal, pero vale el esfuerzo porque sabemos que desde aquí podemos ayudar a nuestros familiares“, dice José Luis Pascapo.

Los agobia la angustia de tener que llegar a una ciudad que para ellos es nueva. Sin embargo, reciben un aliciente cuando encuentran ayuda en la Posada del Peregrino en Bucaramanga.

“Estamos ayudando al venezolano que está en Bucaramanga a que no aguante hambre 5, 6, 8 días, porque es como si le llorara a uno un hijo de hambre”, explica Jorge Azuero, director de la posada.

Cargando una maleta llena de sueños y con la esperanza de empezar una nueva vida, estos hermanos venezolanos esperan de los colombianos una mano amiga que les ayude a construir un futuro que no lograron realizar en su amada Venezuela.

Vía LaPatilla.com

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