“El anuncio evangélico, si es íntegro, conduce a la liberación del pueblo de cualquier clase de opresión política, social, moral o económica. La Iglesia, por tanto, no es neutral ni en el anuncio ni en su praxis evangelizadora”. Con esta afirmación monseñor Diego Padrón, presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, denunció la profunda crisis del país.

“En numerosos sitios se vienen realizando contra el régimen manifestaciones de protesta, con destrozos y saqueos de negocios, motivadas por el desabastecimiento de alimentos y gasolina. Puede decirse que se va desarrollando paulatinamente un proceso de convulsión social. El hambre de un pueblo no se logra resolver estructuralmente ni con bolsas de comida ni con bonos mensuales. Estas son medidas de emergencia aplicadas en poblaciones que han sufrido grandes inundaciones, terremotos y tsunamis. Esas bolsas si por una parte son un paliativo, por otra crean hábitos de mendicidad”, señaló Padrón ayer durante la instalación de la CIX Asamblea Ordinaria Plenaria de la CEV realizada en la UCAB.

Destacó que la mayoría de la población está siendo oprimida sin distinciones de clase o ideología. Insistió en que el clero no puede permanecer pasivo ante el destino del pueblo, “ni dejar de apoyar todo lo que evangélica y legítimamente lleve a su liberación”.

“Al desastre económico, cuyos nefastos resultados padecemos todos, se añade la más inescrupulosa corrupción en los dominios del oficialismo y en su vecindario dependiente. ¡Un cuadro dantesco!”, sostuvo.

Recordó que fue la lucha contra la corrupción la bandera enarbolada durante la intentona militar de Hugo Chávez en 1992. “Lo que por ahora sucede en el país constituye una burla trágica de aquel fracasado intento, porque el actual gobierno, no democrático en sus decisiones, actuaciones y proyectos, no es tampoco legítimo en su desempeño”, aseguró.

El presidente de la CEV, cuyo segundo período se vence esta semana, responsabilizó al Ejecutivo de los males del país. “El sufrimiento actual del pueblo venezolano es de carácter ideológico, ético-político y económico. La raíz del sistema político que nos gobierna es el marxismo castrista, traducido en criollo como ‘socialismo del siglo XXI’. De esa raíz ideológica nacen una política económica equivocada, científicamente desactualizada, técnicamente superada e históricamente fracasada en cuantos países ha sido lamentablemente aplicada; una organización política de manifiesta intención excluyente, una inclinación a perpetuarse en el poder y una política histórico-cultural y comunicacional de talante fiscal y centralizador”.

Monseñor Diego Padrón, también arzobispo de Cumaná, refirió que el clero inició su asamblea anual luego de pasar las navidades más tristes de la historia del país.

“El año 2017 los venezolanos no lo hemos vivido; ante todo, lo hemos sufrido. Entre abril y julio más de 130 muertos, 1.500 heridos y miles de detenidos, llevados a la cárcel ilegalmente. En los últimos meses ha crecido y se ha extendido de modo acelerado el malestar general. La comida y la medicina no solo escasean sino que, cuando aparecen, aumentan exorbitantemente de precio cada día”. Indicó que ante los pronósticos desalentadores para este año, es tarea de todos encontrar la justa y pronta respuesta al hambre en la solidaridad, además de evitar acciones que tiendan al incremento de la violencia, dañar la propiedad ajena e impedir responder con odio y con armas las injurias sufridas.

Ratificó el rechazo de la Iglesia a la ANC, instancia que consideró como “un engendro estratégico de carácter político que no es ni originaria ni plenipotenciaria, puesto que lo originario es solo el poder soberano del pueblo”.

Negociación riesgosa. Monseñor Padrón dijo que el clero es partidario de la negociación para buscar salidas a la crisis, pero ratificó sus dudas sobre el proceso iniciado en República Dominicana, sobre el cual dijo que hay suspicacias: “Si la negociación no llega a un acuerdo, aumentarán la desilusión de la gente y la amenaza de que se suelten los demonios del poder”.

El prelado abogó por un nuevo CNE y elecciones libres en 2018. Sobre el aspecto social, una de las demandas de la oposición al gobierno, aseveró que “la Iglesia ha intentado, y en parte lo está logrando, ofrecer al país, desde Cáritas, Invecapi y APEP, una ayuda efectiva e inmediata en alimentos, medicinas, educación y capacitación para el trabajo”.

El nuncio apostólico, monseñor Aldo Giodano, indicó durante su participación en el acto de ayer que le llegan diariamente testimonios muy significativos acerca de cómo no se deja morir la esperanza en Venezuela en un momento en que parece sin luz. Refirió que en este año “la Iglesia desempeñará un papel fundamental en diferentes aspectos dentro de un 2018 que será muy movido en la región, en el que se realizarán elecciones en países como México, Brasil, Cuba, Paraguay, Venezuela… Ojalá”.


Urosa pide frenar saqueos

El cardenal Jorge Urosa Savino, arzobispo de Caracas, manifestó que el gobierno debe evitar los saqueos, pero sin la aplicación de armas de fuego durante las protestas por alimentos, medicinas y gasolina.

«Puede haber una explosión social. Esto se evita suministrando los productos de primera necesidad», indicó.

El prelado señaló que la situación social del país se ha agravado e incluye al sector transporte.

Afirmó que la Iglesia apoya el proceso de negociación entre el gobierno y la oposición, pero cree fundamental que ante de las reuniones del 11 y el 12 de enero, en República Dominicana, la asamblea nacional constituyente debe reconocer la legitimidad de los partidos.

“No se puede vetar a los partidos por no haber participado en las elecciones municipales. En ninguna ley dice eso”, acotó.

Vía ElNacional.com

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