Noheli Arteaga esperaba con mucha ilusión a su primera hija, para dar vida a su hogar junto a su esposo. La presentaron con el nombre de Nahomy el pasado 10 de noviembre, luego de su nacimiento en la Maternidad Santa Ana, donde se le diagnosticó una afección respiratoria.

La recién nacida duró 12 días en terapia intensiva, intubada y recibiendo tratamiento. Además, separada de sus padres, quienes se tenían que conformar con verla de a ratos, en los horarios de visita. El 22 de noviembre se alegraron, tras la comunicación del personal médico que su bebé había salido de peligro y podría ir a casa, sin embargo, antes del amanecer, su muerte inesperada llegó.

El cambio de panorama fue repentino. El miércoles le explicaron que habían retirado todas las conexiones del cuerpo de la bebé, pues ya no serían necesarios debido a su positiva evolución. Al buscarla, al día siguiente, las enfermeras entre miradas y cruce de datos, asomaron su fallecimiento.

“Eso es un dolor aquí adentro que no tiene nombre… Eso duele demasiado. Todos los días sueño con su carita, cuando lloraba. Es constante cuando la escucho, es el dolor más horrible que puede existir en la vida”, expresó la madre venezolana entre lágrimas, en exclusiva para Caraota Digital.

Hoy, Noheli no encuentra una razón válida para asumir la pérdida de su bebé. A su juicio, fue negligencia médica, por haberla desconectado sin confirmar su estabilidad. “Ellos no estuvieron pendientes. Los éxamenes todos me salieron bien, pero si ellos no estaban seguros que ella estaba bien, ¿por qué me le quitaron sus tratamientos?”,reprochó.

La manera en que fue comunicada la fatídica noticia tampoco fue la más humana. De acuerdo a su propio testimonio, con gritos, una de las doctoras le habría dicho: “La niña está muerta. Su hija acaba de fallecer me dijo con gritos”, contó.

¿Qué pasa en el interior de la Santa Ana? 

El equipo de Caraota Digital se apersonó este lunes a la sede del Seguro Social en el centro de Caracas. En el piso 9 son atendidos los requerimientos de recursos humanos o comunicaciones. Pero, ante la falta de asistencia del ahora presidente encargado de la institución y también ministro de Salud, Luis López, no se están procesando ningún tipo de solicitud.

Un trabajador de la Maternidad Santa Ana que pidió proteger su identidad, explicó que son varias las bacterias que están alojadas en las instalaciones del centro de salud, que complican la llegada al mundo de los niños. “Estas bacterias se alojan en el pulmón, en los intestinos y otras neurológicamente, pueden hacer que los niños pierdan todo, y si viene con complicaciones pueden durar solo uno o dos días”, dijo.

No hay fórmulas tampoco para los niños, los desinfectantes para mantener las distintas áreas ya no llegan a los pisos, ni son surtidos. “En si la infección es demasiado fuerte, las medicinas e insumos tampoco los hay. Eso es responsabilidad de las autoridades de arriba, que no están pendientes”, agregó.

La fuente consultada reveló que en lo que va de mes, se ha dado a conocer la muerte de al menos 20 neonatos por causas similares, lo que a su juicio, es producto de la contaminación existente. “La administradora dice que tiene presupuesto a donde le llegue. Pero los artículos de limpieza deben garantizarlos, porque de resto, no hay condiciones para traer a los bebés al mundo”, concluyó.

Vía CaraotaDigital.net

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