Fue muy baja la condena de 18 años de prisión impuesta por el juez del Distrito Sur de Nueva York aEfraín Campo Flores y Franqui Flores de Freitas, sobrinos de la primera dama Cilia Flores, por el delito de conspiración en intentar introducir casi 800 kilos de cocaína a Estados Unidos, en opinión de la ex presidente de la Conacuid –ahora ONA– Mildred Camero.

La conspiración, considerada un crimen federal en Estados Unidos, se configura como delito con el solo hecho de concebir el plan criminal, de intentarlo; no es necesario que se ejecute y se sanciona con una pena superior a 40 años. Otro factor, que no necesariamente fue el ruego de indulgencia realizado por los familiares días antes del fallo, incidió en el criterio judicial, según la especialista.

“He sabido que esa pena obedeció más a una ayuda de delación a otras personas; a juzgar por el fallo, el aporte que hicieron fue muy positivo, pero quizá no todo lo que dijeron fue verdad porque cuando eso ocurre la rebaja es sustancial y puede llegar a 5 años”, explicó Camero, quien recordó que la figura de la delación existe en la Convención de Viena y también en la legislación venezolana. Reiteró que la condena de 18 años “no es nada” si se compara con la Ley Orgánica de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, en la cual el tráfico de drogas –equivalente a la conspiración por su gravedad– establece 30 años de prisión.

Indicó que  Campo Flores y Flores de Freitas podrían salir en libertad antes de cumplirse el término del castigo si presentan buena conducta dentro de la cárcel en la cual están recluidos desde el jueves, en el estado de Florida.

Camero explicó además que la multa impuesta de 50.000 dólares es otra sanción legal complementaria para castigar un delito grave como la conspiración, pues el juez pudo considerar que perjudica al Estado, al crear inseguridad personal y de salud de sus ciudadanos y a la economía estadounidense, al crearse una estructura económica ficticia, paralela.

Régimen de delito organizado. “La veo como una condena muy apropiada a los sobrinos de Cilia Flores de acuerdo con la ley estadounidense”, señaló Bayardo Ramírez Monagas, abogado y ex presidente de Conacuid. “Lo que ocurre es que los venezolanos hemos perdido la proporción con las penas y queremos que se le sentencien pena de muerte o 25 años de cárcel”, indicó. Efraín Campo Flores y Franqui Flores de Freitas son solo dos fichas en un inmenso sistema de tráfico de drogas que el gobierno de Venezuela posee en el mundo, como en Colombia, Centro América, África y Estados Unidos, aseguró. “Si soy sincero, al gobierno no le importa la sentencia que sufrieron los llamados narcosobrinos”, dijo. Considera que no le es relevante, debido a que el Estado venezolano sostiene una red de delincuencia organizada y cuyo delito mayor es la corrupción. “Este es un régimen de delito organizado, principalmente la corrupción y el tráfico de droga con las FARC”, señaló. Explicó que Campo Flores y Franqui Flores ni siquiera están en las medianías de los crímenes cometidos por el gobierno del país.

Vía ElNacional.com

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