Desde hace algún tiempo, la escasez de fármacos e insumos quirúrgicos no es el único mal que aqueja a los pacientes venezolanos. A esta realidad se le ha sumado la imposibilidad de asistir consultas típicas o conversar con los especialistas de confianza, ya que la diáspora de profesionales venezolanos dedicados a la salud es evidente.
La Federación Farmacéutica Venezolana calcula que, ocho de cada 10 medicinas no se encuentran en farmacias del país. Las razones responden a las deudas que tiene el gobierno venezolano con las farmacéuticas, o el cierre definitivo de sus plantas. La Encuesta Nacional de Hospitales reveló además que el desabastecimiento intrahospitalario de material quirúrgico y medicamentos se encuentra en 75 por ciento.
Los médicos que atienden en hospitales públicos remiten a las personas a centros y laboratorios privados, que a pesar de sus precios, son los que ofrecen el servicio. Además,desde 2013, el Ministerio de Salud no publica los Anuarios de Mortalidad lo que complica entender a detalle y explicar la realidad.