El presidente de la Asamblea Nacional Bolivariana del Transporte, Félix Jaramillo, admitió que la crisis en el sector es una situación real que afecta a miles de ciudadanos ante la paralización de hasta el 70% de la flota de buses del país por falta de repuestos. Esta cifra representa 14.000 de 20.000 unidades en la ciudad de Caracas.
Sin embargo, durante una entrevista en Unión Radio denunció también la puesta en marcha de una supuesta “operación morrocoy” por parte de los transportistas, con la intención de aplicar presión al Gobierno nacional para que atienda sus solicitudes, pero detrimento en la desmejora en el servicio.
“Lo hacen por turno, unos trabajan unos días, lunes martes y jueves y otros miércoles viernes y sábado. Hay líneas que están paralizando el servicio en la tarde”, manifestó Jaramillo.
Igualmente, reconoció y condenó la utilización de camiones particulares como transporte público: “En los estados Bolívar, Zulia y Sucre siempre han existido. Aquí en Caracas es una novedad y haciendo de las suyas, cobrando como si tuvieran carros últimos modelos”, apuntó.
Destacó que el problema pasa por falta de unión entre el sector, el Estado y los usuarios, en alusión a los desacuerdos sobre el precio del pasaje.
Sobre este punto, son muchas las personas que denuncian que están obligadas a pagar entre 700 y 1.200 bolívares para llegar a sus destinos, cuando el Gobierno lo mantiene paralizado en 280 bolívares desde el pasado 23 de octubre. El principal argumento de los transportistas: el alto costo de los repuestos.
Asimismo, alegan que el Ministerio de Transporte, dirigido hasta ayer por Jesús García Toussaintt, no ofrece soluciones concretas ya que afirman que no disponen de divisas para la importación repuestos.