Los dueños de las carnicerías de varias regiones del país como Zulia, Caracas y Táchira decidieron no subir las santamarías de sus negocios ayer en respuesta a las intermitentes inspecciones de la Superintendencia para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos que quiere forzarlos a vender la carne de res a un precio por debajo de su estructura de costos.
La presidenta de Consecomercio, María Carolina Uzcátegui, considera lógico que las carnicerías cierren o estén de brazos caídos ante las constantes inspecciones de la Sundde, pues los propietarios de los negocios no pueden vender el producto a pérdida. “En lugar de los excesivos controles hay que incentivar el sector”, indicó.
Para la dirigente empresarial, el precio de venta al público que se fijó el viernes pasado para la carne de res en 41.000 bolívares el kilo, es irreal porque no cubre los costos de los comerciantes. “En lugar de afincarse en los controles, el gobierno debe elaborar políticas que incentiven la producción nacional”, resaltó.
Insistió en que los excesivos controles gubernamentales no han resuelto el problema de la caída de la producción nacional ni de la escasez general de los alimentos y los productos esenciales que sufren los venezolanos desde hace bastante tiempo.
Jorge Núñez, primer vicepresidente de Fedecámaras-Zulia y ex directivo de la Asociación de Ganaderos Agropecuarios de Machiques, señaló que el precio de la carne lo impone el mercado venezolano que se mueve con una alta inflación y una baja producción, lo cual ocasiona un déficit en la oferta del rubro de 60%.
Núñez reveló que algunos mataderos no estaban beneficiando animales porque no les había llegado el permiso de la Sundde. El presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, Carlos Albornoz, dijo el sábado que 1.600 animales habían sido sacrificados la semana anterior en los mataderos, un volumen muy inferior a la matanza normal de 30.000 a 40.000 reses.
Ayer el gremio de comerciantes del sector cárnico fue a la sede del Ministerio de Alimentación en Caracas a fin de encontrar una salida a su situación. “Para pagar los costos operativos es preciso tener un precio mínimo de 60.000 bolívares el kilo y te llega un fiscal del Sundde obligándote a bajarlo a 41.000 bolívares. Evidentemente allí hay un error”, dijo Johnny Da Cortés, vocero del gremio de la región capital.
Arelis Alvarado, representante del sector en Zulia, exigió la presencia de los carniceros en las mesas de negociación del Ejecutivo con el sector. “Seguimos en la misma situación, no podemos recibir la carne hasta que el Ministerio de Alimentación y la Sundde se sienten con nosotros, definan nuestras estructuras y de ahí salga una solución para el consumidor, el gremio de carniceros y el gobierno nacional”, advirtió