El 3 de diciembre de 2001, el Gobierno de Fernando De la Rúa publicó el decreto 1570, con el cual restringía la cantidad de dinero en efectivo que los argentinos podían retirar de los bancos, medida que popularmente fue bautizada como “corralito”. Esta situación se repitió en 2013 en Chipre y dos años después en Grecia. Venezuela vive actualmente una situación muy parecida, que aunque no ha sido decretada oficialmente, mantiene preocupada a la gran mayoría de la población.

Debido a la escasez de billetes, muchas entidades bancarias venezolanas han limitado los retiros tanto en taquillas como cajeros electrónicos a cifras entre 10.000 y 30.000 bolívares, si se hacen de la cuenta personal del usuario, y de hasta solo Bs. 5.000 si el retiro se hace con tarjetas de “otros bancos” en los dispensadores automáticos.

La reciente salida del billete de Bs. 100.000 no alivió para nada este vía crucis que desde hace unos meses tiene a muchos venezolanos al borde de un ataque de nervios, pues la nueva pieza del cono monetario es ofrecida en taquilla solo a quienes quieran sacar esa cantidad exacta o máximo 110.000 bolívares.

¿Están los venezolanos en medio de un “corralito” no declarado? ¿Qué sucederá en próximas semanas, cuando es más necesario el uso de dinero en efectivo para las compras navideñas?

“Esto se trata de un corralito de características netamente venezolanas, en el que los ciudadanos, para efectos prácticos, están impedidos de convertir sus depósitos en dinero en efectivo. No es que la banca haya desarrollado características de sadismo avanzado, sino por la falta de previsión de planificadores públicos que persisten en mantenerse en el anonimato”, expresó al respecto Aurelio Concheso, expresidente de Consecomercio y del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico (Cedice).

El experto financiero, en entrevista exclusiva con Caraota Digital, sostuvo que la actual situación de Venezuela es inédita, pues se han combinado factores que nunca antes se han presentado en países con inestabilidades económicas históricas.

“Estamos en medio de hiperinflación, con contracción económica y corralito, lo que lo hace inédito pues normalmente una no depende de la existencia de otra. Es insólito que se una la falta de dinero efectivo, que se agrava más que en las ciudades en el interior del país. Los bancos se han visto obligados a limitar lo que dispensan por cajeros a Bs 10.000 diarios por cliente, y en las taquillas, en las que se permitía hasta hace unas semanas sacar hasta Bs 40.000 por día; ahora eso se limita a Bs 10.000 o Bs 20.000. Una persona que diligentemente dedique 2 a 3 horas diarias puede llegar, con suerte, a sacar unos Bs 40.000 por día hábil, lo que da un máximo posible de $ 20 mensuales por su esfuerzo. En otras palabras $0,30 por hora invertida en ese calvario, lo que tiene que ser uno de los corralitos más radicales de la historia monetaria moderna“, apuntó.

Concheso diferenció esto que padecen los venezolanos de lo que vivieron los argentinos o griegos, pues en esos países se decretaron para proteger a los bancos y eran soluciones que se dieron a corto plazo, lo que no ha ocurrido en Venezuela.

“El problema con Venezuela es que en otros países se paraba el circulante tanto de moneda nacional como de extranjera; pero en nuestro país no circula ni el bolívar ni el dólar“, señaló.

La situación ha generado distorsiones como avances de efectivo realizadas por particulares y ya no por comercios formales, transferencias a cambio de dinero en efectivo y otras como el pago electrónico implementado legalmente por los bancos, lo que para Concheso no alivian la escasez sino que le dan otro matiz.

“La última improvisación es un sistema de transferencias directas del que se ha hablado, pero que funciona muy bien, sin duda, en países donde el wifi está entre 10 y 30 megas, pero que encontrará su talón de Aquiles en el servicio de Cantv, que de Pascuas a Ramos da un mega y por lo general menos que eso. Tal vez el corralito venezolano sea un tributo a los 100 años de la Revolución Bolchevique, pero nos sospechamos que no es así, sino más bien un gigantesco ejercicio de falta de previsión e incapacidad burocrática“, añadió.

Vía Caraotadigital.com

Loading...