Cobrar los aguinaldos para invertir en un auto, una vivienda, remodelar la casa o renovar el vestuario ya no es una opción para los venezolanos, pues ante la creciente inflación y escasez de productos de primera necesidad, este recurso esperado por muchos será destinado para el pago de deudas y compra de alimentos.
“Voy a procurar cancelar las tarjetas de crédito y un préstamo de credinómina para aliviarme por ese lado”, expresó Carmen Rodríguez, bionalista de 40 años de edad.
Mientras que algunas instituciones y empresas ya pagaron el beneficio, otros esperan impacientes el dinero, según reseñó Panorama, los costos suben cada día, por lo que contar con los aguinaldos es un alivio momentáneo para adquirir los productos alimenticios.
“Por lo general, lo que me pagaban lo invertía en mi casa, en pintarla, mejorarla, aparte comprar adornos de navidad, vestir a mis dos hijas. Esta vez sé que no podré hacer lo mismo, por lo que me enfocaré en los alimentos”, relató Darigsa de Pereda, modista de 60 años.
Gustavo Machado, profesor de Política Económica en la Universidad del Zulia, recomendó a las familias destinar una caja chica para emergencias, y aseguró que ante las situaciones inflacionarias no es recomendable ahorrar. “Cuando se tiene una alta inflación, el ahorro no resulta una buena opción”, dijo.