El pasado 11 de abril, Trump autorizó al Ejército de EE.UU. a tomar control sobre terrenos federales en la frontera sur, con el fin de avanzar en su política migratoria.
En una orden presidencial emitida en la tarde de hoy, Trump pidió a los secretarios de Defensa, Seguridad Nacional, Interior y Agricultura que faciliten el traspaso de los terrenos públicos en mención para permitir “actividades militares” en unas instalaciones que pasan a la jurisdicción del Pentágono.
El traspaso de terreno mencionó en ese entonces solamente a la llamada “Reserva Roosevelt”, una estrecha porción de tierra – de 20 metros de ancho- que se extiende paralela a la frontera con México por unos 1.000 kilómetros desde Nuevo México a California.
A inicio de semana, el Departamento de Justicia de EE.UU. acusó a 28 inmigrantes por cruzar esta franja fronteriza, lo que supone los primeros cargos para extranjeros detenidos en la zona militar restringidas.
Los 28 inmigrantes fueron acusados de violar las normas de seguridad en una zona militar de Estados Unidos, un delito mayor al cargo civil de cruzar la frontera de manera irregular.
La toma de control del terreno por parte del Ejército se suma a la cada vez mayor presencia del Pentágono en la gestión de los organismos de migración. Desde la llegada de Trump al poder, el Pentágon ha desplegado miles de soldados en la frontera sur y el Gobierno ha usado aviones militares para trasladar a migrantes venezolanos a la base naval de Guantánamo en Cuba.
El número de personas detenidas cruzando de manera irregular la frontera sur de EE.UU. se ha desplomado desde que el republicano llegó a la Casa Blanca, con menos de 30.000 arrestos en el mes de febrero, en comparación con los 124.000 que se registraron en diciembre, mientras el expresidente Joe Biden seguía en el poder. EFE