«Los arrecifes coralinos son de los ecosistemas más diversos que tiene el planeta, pero también son muy frágiles y están sufriendo producto de muchos factores que están amenazando y que están trayendo consecuencias no solo para la parte de los fondos (marinos) sino también para las poblaciones humanas», explicó la investigadora María Cristina Goite, citada en la nota de prensa.
Goite añadió que el proyecto busca combinar la química del cemento y del concreto con estrategias ecológicas y biológicas para favorecer «un poco» lo que es el asentamiento de las larvas que los arrecifes coralinos producen.
Indicó que con estas herramientas se podrá diseñar y aplicar un sustrato adecuado a las necesidades que tienen estos organismos marinos.
«Estamos diseñando no sólo las pastas que vamos a utilizar de cementos sino también la estructura y donde serán los sitios de despliegue de estos tipos de sustratos», dijo.
La investigadora reiteró que a medida que se pierden los arrecifes coralinos, se pone en peligro la «capacidad del sustento del mar, de todos los alimentos que vienen del mar», así como la protección de las costas.
Igualmente, señaló que en Venezuela hay 14 arrecifes artificiales, de los cuales «ninguno se encuentra completamente estudiado».