A continuación, algunas de sus revelaciones:
“A los guerrilleros que les guste el comunismo, empaquen su morral y vayan a vivir a Cuba a ver cómo les va”
Lehder asegura que “en Colombia no existe ninguna razón válida para que existan guerrillas” y les manda un fuerte mensaje a los grupos alzados en armas. “Traficar con cocaína es un mal negocio. Puede ser un negocio lucrativo transitoriamente, pero las autoridades están tan tecnificadas, está la cibernética, los medios aéreos y demás, que más temprano que tarde los van a arrestar o a matar. Pueden tener toda la plata del mundo, pero uno muerto de qué sirve. Cometí el error de escoger la profesión equivocada: ser traficante de cocaína. En Colombia no voy a participar en ningún hecho político ni a promover políticas ni a inmiscuirme en este tema, pero en este país no existe ninguna razón válida para que existan guerrillas. Yo les diría a los guerrilleros que a los que les guste el comunismo, pues empaquen su morral y se vayan a vivir a Cuba a ver cómo les va”
“Él se convirtió en un monstruo, en un terrorista”
Lehder cuenta que tuvo un momento de choque por cuenta del asesinato de Rodrigo Lara Bonilla. “Le reclamé porque dos días después de que los pistoleros de Pablo Escobar cometieron ese asesinato, el presidente Belisario Betancur firmó mi extradición a Estados Unidos. Pablo me ofreció excusas”, narró.
“Pablo no era alguien al que uno le fuera, simplemente, a reclamar algo. Él se convirtió en un monstruo, en un terrorista, y causó un desastre imperdonable en Colombia contra el Gobierno. Pablo no le tenía miedo absolutamente a nadie, excepto a ser extraditado. Yo, discretamente, le pregunté: ¿por qué no me avisó? Y él me dijo: “No, lo lamento mucho, fue un arrebato que yo tuve”. Él, según contó, llamó a su gente, al Chopo, a la Yuca, a varios, y les prometió una casa a cada uno si iban hasta Bogotá y mataban al ministro Lara Bonilla. Ese asesinato fue muy distinto a los crímenes políticos en otras partes del mundo, donde son sofisticados y se utilizan francotiradores que no pueden ser detectados. Al ministro lo asesinaron como si fuera un ciudadano común y corriente. Y el señor Lara Bonilla no estaba protegido. No llevaba ni siquiera un carro blindado y eso facilitó su muerte. Pablo me dijo que él había mandado a esa gente a matar al ministro porque lo tenía muy enfurecido, y cuando él se enfurecía, mordía”, agregó.
Y también confesó que, aunque no tuvo que ver con el asesinato, en su momento sí le dio alivio. “Cuando me entrevisté con Pablo en Managua, lo felicité por haber matado al ministro que nos perseguía. Cometí ese error, en ese momento éramos muy perseguidos por Lara Bonilla. Simbólica y jurídicamente se había convertido en nuestro enemigo, y cuando testifiqué en la Corte Federal en Miami, hablé acerca de esos mismos hechos. Le conté al juez americano que había felicitado a Pablo Escobar cuando ocurrió esa muerte. Hoy, en retrospectiva, me arrepiento. Fue un pronunciamiento lamentable de mi parte. No tengo absolutamente nada que ver no solo con la muerte de Rodrigo Lara Bonilla, sino con la de otros candidatos presidenciales que mataron años más tarde. Todo indica que Pablo cometió esos asesinatos”.
“La libertad es el tesoro más grande que hay”
“Pobre, pero libre”, así contestó Lehder a la pregunta de cómo vive hoy. “La libertad es el tesoro más grande que hay. Vivo de mis libros. En este momento, en Estados Unidos mi libro ya ha sido traducido al inglés. Estamos en un proceso de editarlo y distribuirlo en Estados Unidos y Reino Unido”, dijo.
El excapo contó que perdió toda su fortuna. “Tuve una isla en las Bahamas, la compré y cuando me extraditaron, el Gobierno de Bahamas la confiscó y la vendió en 41 millones de dólares. Todas las propiedades y las de mi familia en Armenia, sin existir leyes de confiscación en la época, fueron congeladas por el Gobierno. Y diez años después, cuando salieron las leyes de confiscación, las confiscó… Absolutamente todo se perdió. Por eso vuelvo y lo demuestro, quiero que vean esta experiencia mía, este sufrimiento que padecí; quiero expresarle a la juventud que involucrarse en el narcotráfico es un pésimo negocio”, agregó