Esta sustancia, legalizada en 2010, ha causado numerosas muertes e intoxicaciones.
Después de ser ilegal en Kenia durante muchos años, el Gobierno legalizó en 2010 la bebida bautizada como ‘changaa’ en un esfuerzo por eliminar los negocios fraudulentos donde se agregan químicos tóxicos a esta bebida alcohólica para hacerla aún más potente.
Desde que entró en vigor esta ley, esta bebida se permite vender únicamente en botellas de cristal de un máximo de 250 mililitros y a mayores de 18 años a quienes los vendedores han de proporcionar indicaciones sobre los riesgos para la salud que puede entrañar su consumo.
Esta bebida a veces es adulterada con combustible para aviones y líquido de batería, lo cual ha producido decenas de muertes en los suburbios de varias ciudades del país. Su ingesta también puede causar ceguera, daño en los pulmones e intoxicaciones graves.
«Se cree que las víctimas estuvieron bebiendo licor ilegal, al que se le habría añadido alcohol metílico, en un local popular del barrio de Kibera durante gran parte del domingo»,
Si se destila de manera tradicional, la ‘changaa’ es una mezcla de granos de mijo, maíz y sorgo cuya receta de fermentación ha pasado de generación en generación.
Sin embargo, a veces se realiza con agua que en Kenia puede no cumplir con los estándares sanitarios. Su realización con aguas residuales supone un riesgo añadido para la salud y fue prohibido por ley.
En el momento de su legalización, las autoridades keniatas advirtieron a la población de que debían beber con responsabilidad.