El líder disidente, abatido recientemente en Venezuela, fue reconocido por una de sus víctimas.

Por Sebastiana Barráez/infobae

“Cuando vi, hace unos días, el caso de los guerrilleros de las FARC abatidos en Ciudad Bolívar, reconocí en las fotos del Loco Iván al guerrillero que estuvo tratando de ahorcarme el día del secuestro. A ese individuo lo había visto muchas veces en Pijiguaos, pero se hacía llamar Comandante Esteven; Pedro Rivero era su mano derecha, quien siempre lo acompañaba, y juntos hacían allanamientos a viviendas de los pobladores del Jobal y Capachal, pueblos ubicados al margen del río Orinoco”, dice Jesús Vásquez, un comunicador del estado Bolívar.

Asegura que a partir de ahí entendió: “(Que) Bauxilum haya intentado manipular mi caso, e incluso difamándome con una supuesta denuncia por violencia de género realizada cuando el secuestro ya se había denunciado en Caracas. Las diligencias solicitadas por la Dirección de Derechos Humanos de la GNB fueron obstaculizadas por el general Adolfo Rodríguez Cepeda, quien ha sido colaborador de la guerrilla colombiana para mi búsqueda, así como el diputado del Consejo Legislativo de Bolívar, Jhon Zárate, llamado el Canciller de la Guerrilla y mano derecha del gobernador Justo Noguera Pietri”.

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