Los venezolanos parecemos locos. Tal vez los chavistas lograron enloquecernos a todos. Sabemos que buena parte de la estrategia del G2 cubano se basa en la guerra sicológica, no en balde la carrera que exige más requisitos para entrar en ese país caribeño es, justamente, la de Sicología.
Nosotros pasamos de la euforia a la depresión en un abrir y cerrar de ojos. Nosotros convertimos a un líder en un villano y a un villano en líder sin que medie reflexión alguna. Nosotros ya no sabemos a quién creerle ni en quién confiar. Nosotros no tenemos ningún filtro al pasar noticias: creemos que con poner “así como lo recibí lo paso”, nos libera de la responsabilidad de chequear antes si es cierto o no… Manejamos tanta información que ciertamente, es para volvernos locos, pero en estos momentos necesitamos más cordura que nunca.
Guaidó es una maravilla, un milagro, alguien que nos cayó del cielo. Pero Guaidó no es Superman. Necesita nuestro apoyo y nuestra ayuda. No puede ser que la desesperación por salir de esto “rápidamente” nos impida ser parte de esa salida. “Ve despacio, que tenemos prisa”, es un decir que deberíamos convertir en lema.
Esta mañana (escribo el jueves 4 de abril) una joven a quien conozco me dijo que “no sabía si iba a ir al simulacro del sábado 6”. Al inquirirla por qué no, me respondió que “eso no iba a servir para nada”. “¡Me haces el favor y vas, y si no, te vengo a buscar!”, le dije. “Todos tenemos que hacer nuestra parte. Lo que estás haciendo es exactamente lo que quiere el régimen: que te quedes en tu casa, desesperanzada, inmóvil, desactivada”.
Me vio con suspicacia… “¿tú crees?”, volvió a preguntar. “No es que lo crea, es que estoy segura”, enfaticé. Y si de algo estoy segura es que cualquier cosa que yo sospeche –aunque sea mínimamente- que pueda ser lo que los usurpadores quieren que yo haga, haré exactamente lo contrario.
Unidad y acción en torno a Guaidó. Nada de inventos, ni de estar “picando adelante” como ciertos factores que son pocos, pero que friegan mucho, han tratado de hacer. Éste no es el momento para acciones de vuelo solo, ni de divisiones, mucho menos de protagonismos. Tenemos un líder que ha cautivado a todos. Que ha sido valiente y, sobre todo, coherente. Guaidó no puede solo. La libertad la pariremos entre todos.
Fuente: Dolar Today