Con más amplitud, unidad y de frente , debemos exigir la salida inmediata de Maduro del poder. El es el principal responsable de los males que padecemos en Venezuela. La presión internacional, el bloqueo y las sanciones son de su exclusiva responsabilidad por pisotear la Constitución, las leyes y la Democracia.

Nicolás Maduro ha estado usurpando el poder, violando sistemáticamente los derechos humanos. Esa es la verdadera razón por lo que la comunidad internacional lo rechaza. Las sanciones internacionales van dirigidas contra él y la casta cívico-militar que lo sostiene.

La derrota al fraude y a la trampa auto-releccionista de Maduro, debe fortalecer el esfuerzo de conducción política unitaria de quienes aspiramos a un cambio inmediato. Vamos a reorganizarnos en un reencuentro de frente y en todos los frentes, cada quien en lo suyo pero juntos por Venezuela para aumentar la presión política colocando el acento en los temas sociales y económicos..

Demandar la injerencia humanitaria y al mismo tiempo reclamar a la FAN que se restablezca el orden constitucional, requiere de una fuerza mayoritaria movilizada y comprometida que haga valer sus exigencias para lograr un gobierno con alternativas viables que permitan superar el actual colapso. Se trata de una grave crisis que debe activar un protocolo de emergencia nacional.

Así como los líderes de la oposición han visitado a jefes de Estado y representantes de distintos gobiernos, y se ha logrado un fuerte apoyo a la causa de la libertad del pueblo venezolano, del mismo modo hay que recorrer de nuevo el país para respaldar y visibilizar las voces de los movimientos y actores sociales que desde todos los rincones se levantan contra la dictadura del hambre y la corrupción de Maduro. Para la protesta y la acción política contra el régimen, todos somos necesarios y todos cabemos.

Debemos evitar que un tirano sin escrúpulos, des-legitimado y con un poder pírrico, pretenda ahora, desde una falsa asamblea constituyente, imponernos a todos los venezolanos, actuando como títere del régimen cubano, una Constitución a su medida y a la de los intereses de la cleptocracia.

Todos los venezolanos saben que lo que hubo este domingo no fue una elección presidencial.

En especial los militares pudieron constatar la desmovilización general de los electores , ya que a través del Plan República manejan la información real de lo que pasó y con razones suficientes , al igual que el resto de los Venezolanos, con indignación desde los cuarteles, están exigiendo un cambio de rumbo,es decir, el rescate de la Democracia. Por eso, decenas de ellos han solicitado la baja, están detenidos o perseguidos por el G2 cubano y los órganos de inteligencia del régimen.

El cambio que queremos no es solo la restauración de lo positivo del pasado sino el de la transformación y las reformas necesarias para lograr un gobierno de unidad nacional, promoviendo sin mezquindad y con entusiasmo, la presencia de un nuevo liderazgo en la conducción del país. Por ello es fundamental fortalecer la plataforma unitaria, inclusiva y con amplitud, abriendo espacio a movimientos sociales y a nuevos actores políticos.

No se trata solo de un tema generacional pero sí de lograr ensamblar de forma inteligente la renovación politica que reclama la mayoría de los venezolanos.

El cambio es urgente. La gente ya no aguanta más. Maduro, como buen títere de la dictadura cubana, pretende cerrar la vía electoral. El deber de los demócratas es luchar por unas verdaderas elecciones, limpias, independientes y con todas las garantías, es decir, como hemos dicho, sin presos políticos, ni exiliados, sin partidos políticos ilegalizados, sin líderes inhabilitados, con observación internacional imparcial y un árbitro confiable y sobre todo con el compromiso de lograr un gobierno de unidad nacional para construir, con la fuerza de todos, la mejor Venezuela.

Vía La Patilla

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