La frase común: “el alto costo de la vida” para referirse a los precios exagerados de productos básicos, ahora sufrió la modificación por: “el alto costo de la muerte” ante la cuantiosa cantidad de dinero que se requiere sólo por un ataúd, para cumplir con una necesidad: la inhumación, de acuerdo a lo reseñado en el Diario de Los Andes.

Lo que advirtió el equipo de sucesos de Diario de Los Andes, durante el primer trimestre del año, se ha convertido en una dolorosa realidad, cada vez más profunda, más inhumana; los muertos no tienen ataúd para descansar en paz, lo hacen en cualquier otro cajón donde se pueda depositar un cadáver.

Cajas, cavas de anime, en puertas de madera, escaparates y madera reciclada sepultan a los muertos en el municipio Valera. Las fotos que reflejan esta situación y que se publican el día de hoy, fueron captadas el pasado sábado 12 de mayo en el Cementerio Municipal de Valera Sagrado Corazón de Jesús, ubicado en el sector La Florestaparroquia Mercedes Díaz.

No hay posibilidad alguna para que una familia trabajadora, humilde, que devenga sueldo mínimo, pueda adquirir un servicio funerario básico ni un ataúd; posiblemente ni una familia de clase media pueda hacerlo.

Vía La Patilla

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