En un mercado del centro caraqueño un vendedor alquila su punto a 13 personas. Por cada una de las transacciones cobra 8 % y gana 6 %. Diariamente se realizan entre 100 y 200 transacciones.
Por Reymar Reyes Moncayo / Crónica Uno
Caracas. En medio de una profunda escasez de efectivo, los pequeños comerciantes y los vendedores informales enfrentan dificultades y más porque su acceso a medios de pago electrónicos es limitado, por tal motivo, tienen que recurrir al alquiler de puntos de venta para sobrevivir.
Martina Marcano, comerciante, tiene que destinar 8 % de sus ventas totales a cancelar el alquiler del punto de venta de su vecino, otro comerciante de víveres.
Cuenta que en días pasados vendió 80 empanadas, y solamente dos se pagaron en efectivo. Relató que dependiendo de las transacciones que se hagan con punto de venta sube el costo del alquiler. “Si no fuera por esto, no pudiéramos vender. Aunque se pierde, hay que vender algo”.
Marcano, quien trabaja en el centro de Caracas, no está bancarizada. Sin embargo, desde el año pasado trabaja con este método gracias al apoyo de su hija, pues considera que adquirir un punto de venta asignado por el banco es casi imposible. No tiene otra opción.
La necesidad de alquilar el punto de venta lleva a los comercios a subir hasta en 10 % de la mercancía, en un contexto de hiperinflación.
Yan Palacios, vendedor de chucherías, comenta que realizó los trámites bancarios para adquirir un equipo de pagos electrónico, no obstante, fue imposible. En los bancos alegan que no tienen aparatos desde el año pasado.
Buscando ofrecer opciones de pago a sus clientes, Palacios lleva tres meses utilizando el punto de venta de otra comerciante y además acepta pagos por transferencia. “Una chupeta cuesta más de lo que se puede retirar en el banco”, señala.
Vía La Patilla