Por Zoot. MSc Freddy M. Espinoza M.
El día 24/03/2020 tuve la oportunidad de ver un vídeo de un productor de codornices en Perú, a través de la red de Facebook. Dicho vídeo me llamó considerablemente la atención y a reflexionar de las consecuencias a corto y largo plazo, producto de la pandemia del COVi-19, llamado coronavirus.
En dicho vídeo el productor, estaba realizando un llamado a la población para que fueran a buscar codornices, las cuales ofrecía gratuitamente, en virtud que no tenía cómo alimentarlas, dado que no le llegaba el alimento concentrado y tampoco tenía personal para las labores diarias que requiere la explotación. El productor entre lágrimas, igualmente solicitaba que una vez que pasara la situación actual, el gobierno lo ayudará a reiniciar su actividad pecuaria, dado que es evidente la quiebra que le ocasionó esta pandemia.
Ello me llevó a pensar y reflexionar, las consecuencias inmediatas a nivel mundial en el sector agrícola y pecuario para los próximos meses. De no actuar de forma inmediata y con la cabeza fría, habrá más muerte por hambruna que por el virus en sí.
En el área de la producción animal los sectores más vulnerables en este sentido, serían el avícola (pollos, gallinas para producción de huevos, codornices), porcinos (cerdos), cunícolas (conejos) y en menor grado el sector lechero. Este último sector también se verá seriamente afectado por la ausencia de alimentos balanceados, aunque a base de forrajes los animales pueden sobrevivir y llevar la situación hasta que pase. Sin embargo, la falta de proteína de origen animal, obligará al sacrificio de los rumiantes para disminuir el impacto del hambre de la población.
Igualmente, la ciencia se verá afectada para la obtención de vacunas y tratamientos, y buscar salidas a diversas enfermedades, ya que los animales de laboratorio (ratones, cobayos, entre otros), igualmente se verán afectados por la ausencia de alimentación a base de concentrados.
Ante esta situación, resulta pertinente poner atención a todo el sector agrícola y pecuario, dado que se requiere de un gran esfuerzo a nivel mundial, para que tanto el sector primario como el secundario no se detenga y los trabajadores sigan con sus labores con medidas de bioseguridad. Así como no se ha paralizado el sector terciario (comercios, supermercados, etc), es imperativo no romper la cadena, porque si no la hambruna será generalizada.
Todo esto suena catastrófico, pero es solo un llamado a la reflexión a los gobernantes del mundo a pensar también en estas consecuencias, de no considerar al sector primario para que siga produciendo los alimentos que requiere la población.