La crisis de la inmigración es también una prueba de fuego para los servicios sociales e instituciones de Miami-Dade, principalmente aquellos que atienden a los más vulnerables de nuestra comunidad: los desamparados.

Para conocer el impacto que está teniendo la ola migratoria en los recursos disponibles para las personas sin casas del condado, DIARIO LAS AMÉRICAS conversó con Ron Book, presidente de Homeless Trust y Malena Legarre, fundadora de la organización Hermanos de la Calle.

Viven en la calle

“Tenemos unas 1.100 personas desamparadas, viviendo en las calles del condado, sin albergues, ni refugios”, dijo Book cuya organización se encarga de asistir a las personas sin hogar de condado, proveyéndoles acceso a refugios, viviendas e información sobre todos servicios disponibles en la comunidad.

En los últimos 25 años, el trabajo de estas organizaciones sociales ha logrado reducir en ocho veces el número de personas que viven en las calles. Una tendencia que puede estar en peligro.

Book recordó que, durante la crisis del Mariel, en los años 1980, el gobierno federal “se aseguró que le fuera reembolsado a las Ciudades, al Condado, al Distrito Escolar y al Estado los recursos empleados en ayudar a quienes llegaron de forma masiva. En cambio, la administración del presidente Joe Biden no está haciendo nada para reembolsarnos los fondos que estamos dispensando en ayuda a las personas que arriban por la frontera con México”.

Book afirmó que los albergues de Homeless Trust están desbordados. Por ello, “sostengo que no podemos priorizar a las personas que llegan con grandes necesidades y atenderlos por delante de quienes han estado esperando durante algún tiempo para recibir nuestros servicios”.

“Tenemos grandes dificultades para sacar a las personas de los albergues y conseguirles una vivienda. ¿Cómo podemos asimilar más desamparados?”, se preguntó.

El presidente de Homeless Trust reconoció que en 2022 recibió 50 millones del Home Plan, el proyecto de la alcaldesa Daniella Levine Cava, destinado a la construcción de vivienda asequibles. “Con ese dinero adquiriremos nuevos edificios que probablemente tendrán unas 600 unidades. Pero, esos edificios no estarán listos mañana, además ya tenemos personas esperando para ocupar las viviendas”.

“Necesitamos fondos federales para enfrentar la presente crisis, los hemos pedido y hasta ahora no nos han dado ninguna respuesta”, lamentó Book.

Nuevos Migrantes

Por su parte, la fundadora de Hermanos de la Calle, una organización que por casi 20 años ayuda a los desamparados del sur de Florida, explicó cuál es la situación.

Antes de la presente crisis, “en Miami-Dade había entre 3.500 y 4.000 personas en situación de desamparo. De las cuales, unas 1.000 estaban sin albergues. Las otras encontraban refugios con organizaciones como Camillus House, Chapman y Salvation Army”.

“Sin embargo, en los últimos 12 meses, Hermanos de la Calle asistió a 630 migrantes recién llegados, que si no hubieran tenido nuestra asistencia formarían parte de esos 1.000 desamparados sin refugio. Entonces, ahora estaríamos hablando de 1.500 o 1.600 personas sin hogar, carentes albergues en nuestra comunidad”.

Hermanos en Calle cuenta con 18 casas que arrienda a precios asequibles a aquellos de bajos recursos que se encontraban en la calle.

“Son alquiladas, pero no tienen que pagar ni entrada, ni mes de fianza. Muchas veces, incluso, bonificamos el primer mes”, afirmó Legarre, quien reconoce que “esta gente necesita un empujón” que les permita romper el ciclo vicioso de calamidades que se ha convertido su vida.

“Las 18 casas son fondeadas por nuestra organización. No usamos fondos del gobierno. Como entidad privada pagamos la renta y estamos autorizados por los dueños, para subarrendarlas a quienes necesiten de una mano”.

Quienes no pueden pagar, “les tratamos de encontrar un refugio o un albergue. A otros con problemas más concretos de salud, los dirigimos a centros de rehabilitación, desintoxicación, o salud mental. También ayudamos a los deshabilitados a preparar su documentación con HomelessTrust para que les puedan asignar una vivienda cuando haya disponibilidad”.

Familias con niños

Según Legarre, el mayor indicativo de la actual crisis se hizo visible cuando comenzaron a aparecer familias con niños en situación de desamparo. Algo que usualmente no te encuentras en los EEUU.

La explicación es que “muchos migrantes con sus familias llegan la ciudad a una dirección inexistente. También ocurre que algunos familiares no quieren o no pueden hacerse cargo. Ya sea porque ellos mismos están en condiciones precarias, porque se han ido a otros Estados o porque el dueño del apartamento donde viven les ha prohibido tener tantas personas dentro de la propiedad. Incluso hay familias que llegan con un papel de inmigración con la dirección de Camillus Houses, el Departamento de Salud o de la oficina del Fiscal de Miami-Dade”.

“Al detectar el repunte de familias con niños, nos comunicamos con Homeless Trust, quien delegó en nosotros la atención a estas personas, al estar sus refugios llenos”.

Desamparo silencioso

En este contexto, Legarre dijo haber observado un incremento del desamparo en el condado. “En los últimos 10 meses, se registra un pico de familias locales que quedan en la calle. Muchas porque les aumentaron el doble la renta. Esto es algo que no ocurría normalmente. Por esos el servicio de albergues para familias está colapsado”.

Aclaró que cuando llega un migrante a pedir refugio, nadie le pregunta, el tiempo que lleva en el país, la realidad es que no hay lugar. “Ayer estuve buscando albergue para un señor de 84 años y me le dijeron que la espera es de cuatro a seis semanas. No hay lugar”, recalcó.

Otra de las ayudas que dispensa esta organización es conseguir alojamiento por una semana en un hotel a los migrantes. “Tenemos que explicarles a las familias que les podemos ayudar con una semana de hotel, pero al lunes siguiente, ellos tienen que encargarse de pagar ese alojamiento. Carecemos de más recursos.

Elijo irme

Para nadie es un secreto que los alquileres en Miami-Dade son muy caros, además los propietarios exigen determinados requisitos a la hora de rentar sus viviendas. “Por mucho que busquen los migrantes, no encuentran nada. Nosotros les planteamos la posibilidad de reubicarlos en otro Estado, si cuentan con alguien que les pueda dispensar un hogar.”

En el último año, Hermanos de la Calle reubicó en otros estados al 75% de los migrantes atendidos. “Tres de cada cuatro familias eligen la reubicación. Antes de enviarlos, nos aseguramos de que quien los vaya a recibir en destino realmente pueda darles un hogar por suficiente tiempo, hasta que consigan empleo y puedan pagar la renta. En algunos casos, les enviamos con un money order para que paguen el depósito del lugar donde van a vivir. También les hemos ayudado con muebles, vajillas y lo que necesiten para comenzar su nueva vida”.

“Gran parte del 25% de los migrantes que elige quedarse en el condado, al cabo de los meses regresa y nos dicen: “ya probé Miami, llevo aquí seis meses y no puedo más. Elijo irme”.

También recalcó en la necesidad de que las autoridades les otorguen a los migrantes un permiso de trabajo, desde el minuto uno. “Esas personas vienen con familia y no pueden pretender que esperen una cita con inmigración para el 2024, sin tener un permiso laboral. El tema del permiso es fundamental”.

Fuente: Telemundo 51

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