La administración de Donald Trump inició una nueva fase en su campaña de presión contra el régimen de Nicolás Maduro, la cual contempla la incautación de más buques petroleros sancionados y la posibilidad de ejecutar ataques terrestres en Venezuela. Según un reporte exclusivo del medio estadounidense Axios, funcionarios de la Casa Blanca confirmaron que estas acciones buscan estrangular financieramente a la nación suramericana para forzar una transición política.
El medio detalló que esta estrategia cobró fuerza la semana pasada, cuando el mandatario estadounidense autorizó la captura del tanquero Skipper en aguas internacionales, un hecho sin precedentes que marcó el tono de la «Operación Lanza del Sur». Un asesor de Trump declaró al portal de noticias que «el presidente tiene muchas herramientas en la caja, y esta es una grande», refiriéndose a la capacidad de la armada estadounidense desplegada en la región para bloquear o intervenir el comercio marítimo venezolano.
De acuerdo con datos proporcionados a Axios por Samir Madani, cofundador de la firma Tanker Trackers, actualmente existen hasta 18 barcos cargados con crudo sancionado en aguas venezolanas. Ocho de estas embarcaciones clasifican como «buques de carga muy grandes» (VLCC), con capacidad para transportar casi 2 millones de barriles cada uno. En total, se estima que unos 11 millones de barriles de petróleo permanecen varados, lo que Madani describió como «un buffet para que Estados Unidos elija».
La táctica principal de Washington consiste en esperar a que estas naves abandonen los muelles. Un asesor de la administración explicó: “Tenemos que esperar a que se muevan. Están sentados en el muelle. Una vez que se muevan, iremos a la corte, obtendremos una orden judicial y luego los atraparemos”. Sin embargo, la fuente advirtió sobre una escalada mayor: “Pero si nos hacen esperar demasiado, podríamos obtener una orden para buscarlos allí”, aludiendo a una posible incursión directa en aguas venezolanas.
Paralelamente, el reporte señaló que Donald Trump considera opciones militares más agresivas dentro del territorio. El viernes pasado, el presidente estadounidense indicó que las operaciones podrían expandirse más allá del mar. “Ahora empezamos por tierra, y por tierra es mucho más fácil, y eso va a empezar a suceder”, afirmó Trump, justificando estas acciones como ataques contra el narcotráfico y «gente horrible».
Al interior de la Casa Blanca, los asistentes presentaron a Trump diversas opciones para escalar la acción militar, que incluyen ataques con misiles contra presuntos laboratorios de droga en la selva, almacenes de narcóticos e instalaciones militares antiaéreas. Axios destacó que esta fase de presión coincide con el declive de la política de destrucción de botes de droga, la cual dejó un saldo de 87 personas fallecidas en 22 ataques desde el 2 de septiembre, la mayoría frente a las costas de Venezuela.
El impacto económico de estas medidas se proyecta sobre los ingresos del régimen venezolano. Además del petróleo, el cierre del espacio aéreo ordenado por Trump el 29 de noviembre obstaculizó la exportación de oro, el segundo recurso más importante del país. Un asesor de Trump sentenció sobre la situación de Maduro: “Está perdiendo dinero de la droga, perdiendo dinero del petróleo y perdiendo dinero del oro. Se va a quebrar”.

