Jorge Rodríguez, cabecilla de la ilegítima Asamblea Nacional, evitó este lunes 1 de diciembre confirmar o desmentir la conversación telefónica entre Donald Trump y Nicolás Maduro. Ante una pregunta directa de la prensa internacional, el vocero del régimen optó por el silencio selectivo y se refugió en excusas burocráticas para no abordar el tema que domina la agenda global.
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El incidente ocurrió cuando la periodista de CNN, Osmary Hernández, interrogó al funcionario sobre el contacto admitido previamente por el mandatario estadounidense. Lejos de ofrecer transparencia, Rodríguez cortó el tema de raíz, impidiendo que se conocieran detalles desde la perspectiva del chavismo sobre lo discutido con la Casa Blanca.
«En mi calidad de rol como negociador, me permito responderte, que nos vamos a ceñir estrictamente al tema por el cual los convocamos», respondió Rodríguez de manera cortante, dejando en el aire las interrogantes sobre el futuro de las relaciones bilaterales y la situación en el Caribe.
La actitud evasiva del psiquiatra del régimen generó inmediatas especulaciones sobre su nivel de injerencia real en este nuevo episodio diplomático. Al no validar la información que el propio Trump confirmó con un «sí» rotundo, surgieron dudas sobre si Rodríguez formó parte del círculo que acompañó a Maduro en la llamada o si, por el contrario, fue excluido de esta interlocución directa.
Mientras Trump validó públicamente el contacto aunque se reservó los detalles, la cúpula madurista prefiere mantener el hermetismo absoluto.
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