Partes del Nordeste de Estados Unidos se preparaban para una nevada que podría ser muy intensa el martes por la mañana, después de que tornados y vendavales golpearan zonas de las llanuras en el sur del país. El viento dejó al menos un muerto en Oklahoma y algunos vecinos de Michigan enfrentaban el martes su sexto día seguido sin electricidad tras la tormenta helada de la semana pasada.
En California, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) indicó que las tormentas invernales seguirían afectando al estado hasta el miércoles tras un breve receso del mal tiempo el domingo.
Un sistema de tormentos provocó al menos cuatro tornados a su paso por el centro y el nordeste de Illinois el lunes, incluidos dos en suburbios al oeste de Chicago, según las autoridades. Los reportes preliminares apuntaban a que los daños se habían limitado a árboles caídos o tejas arrancadas de edificios, indicó Rafal Ogorek, meteorólogo en la oficina de Chicago del NWS.
Al menos una persona murió y otras tres resultaron heridas después de que un tornado se abatiera el domingo por la noche sobre una zona remota en el oeste de Oklahoma cerca de la población de Cheyenne, donde 20 viviendas sufrieron daños y otras cuatro quedaron destruidas, según Levi Blackketter, responsable de emergencias del condado Roger Mills.
En todo el estado, las autoridades de Oklahoma recibieron avisos de 55 personas con heridas relacionadas con el tiempo.
El lunes se activaron alertas por ventisca en la cordillera de Sierra Nevada con la llegada de más nieve y lluvia a California y Nevada.
Se emitió una alerta por aludes en la zona rural en torno al Lago Tahoe, donde se esperaban hasta 1,8 metros (6 pies) de nieve en los siguientes dos días en zonas elevadas y vientos fuertes que podrían empujar olas de hasta 1,5 metros (5 pies) en el lago, según dijo el lunes la delegación del NWS en Reno. Las oficinas estatales en el norte de Nevada y la Legislatura de Nevada en Carson City cerraron por mal tiempo.
La nueva serie de tormentas llegó antes de que algunas zonas de California retirasen la nieve de la fuerte tormenta de la semana pasada, lo que aumentaba la nieve acumulada por una serie de “ríos atmosféricos” en diciembre y enero.
Un tramo de 145 kilómetros (90 millas) de la autopista federal 395 en California se cerró el lunes por la noche por falta de visibilidad, según responsables estatales de transportes. El Parque Nacional de Yosemite anunció que cerraría hasta mediados de semana y había muchas carreteras cortadas en el Parque Nacional Secuoya. Había cortes o requisitos de cadenas en las autopistas que atravesaban Sierra Nevada.
El condado Los Ángeles declaró una alerta de frío para las zonas de valle y montaña al norte de Los Ángeles y se esperaban temperaturas por debajo de la congelación para buena parte de la semana. Se abrieron refugios para residentes sin acceso a espacios donde calentarse.
Al este de Los Ángeles se cortaron las carreteras a las poblaciones turísticas de la Montaña de San Bernardino en torno al Lago Big Bear cuando empezó a nevar de nuevo.
El carril hacia el norte de la Interestatal 5, la principal autopista que conecta el norte y el sur por la Costa Oeste, fue cerrada por mal tiempo y vehículos accidentados unos 145 kilómetros (90 millas) al sur del límite de Oregon. La Interestatal 80, la ruta principal entre San Francisco y Lago Tahoe y Reno, se cerró por ventiscas.
TORMENTAS EN MICHIGAN Y EL NORDESTE
Una tormenta invernal cubrió zonas del Nordeste, incluido Connecticut, Nueva York, Massachusetts, Nueva Jersey y Rhode Island, con previsiones de fuertes nevadas desde el lunes por la noche y hasta la tarde del martes.
Boston podría encontrarse con 13 centímetros (5 pulgadas) de nieve y complicaciones en los desplazamientos rutinarios del martes, según el servicio meteorológico. En el oeste de Massachusetts, el noroeste de Connecticut y el sur de Vermont podrían caer hasta 25 centímetros (10 pulgadas).
En Michigan, aún afectada por la tormenta de hielo y los fuertes vientos de la semana pasada, unos 152.000 clientes seguían sin luz el lunes por la noche, según PowerOutage.us. Eran menos de los 800.000 que se habían alcanzado la semana pasada, y los equipos seguían trabajando para restaurar todo el suministro.
Leah Thomas, que se quedó sin luz el miércoles por la noche en su casa al norte de Detroit, recuperó el servicio el domingo por la tarde, sólo para volver a quedarse sin electricidad el lunes a mediodía.
“Es muy frustrante, muy frustrante”, dijo. “Voy a tener esperanza y cruzar los dedos de que vuelva pronto aquí”.
Aunque no esperaba una tormenta histórica para la región, el sur de Nueva Inglaterra se preparaba para las nevadas más significativas de un invierno hasta ahora moderado.
Fuente: LA Times