Los líderes del Congreso que querían llegar a un acuerdo sobre la reforma migratoria antes de fin de año vieron frustradas sus esperanzas el jueves.
Los demócratas vieron la sesión del jueves como la última oportunidad de aprobar una legislación significativa antes de perder su mayoría en la Cámara. Esperaban incluir reformas migratorias en un paquete de 1,7 billones de dólares para financiar el Gobierno que fue aprobado por el Senado el jueves por la tarde.
Los legisladores consideraron proyectos de ley que habrían ofrecido vías a la ciudadanía para los trabajadores agrícolas, para los afganos evacuados a EE. UU desde el año pasado y para los llamados Dreamers traídos a Estados Unidos cuando eran niños. Otra propuesta habría eliminado los límites al número de tarjetas verdes concedidas cada año a personas de un país determinado.
Ninguno de esos proyectos de ley avanzó.
En cambio, los partidarios de la reforma migratoria se encontraron jugando a la defensiva. El jueves por la mañana, los senadores rechazaron por un estrecho margen una enmienda del senador Mike Lee (republicano de Utah) que habría ampliado indefinidamente el uso del Título 42, la medida del código de salud pública que permite a los agentes fronterizos expulsar a los inmigrantes sin tener en cuenta sus peticiones de asilo.
“No me voy a rendir, no se rindan. Vamos a luchar para que ganen”, dijo el senador demócrata Richard J. Durbin a decenas de Dreamers en una manifestación la semana pasada, con la voz entrecortada por la emoción.
El momento ilustró la frustración que sintieron algunos legisladores cuando se presentó otra oportunidad para introducir cambios en el sistema de inmigración.
Tal vez la más amplia y destacada de las propuestas de reforma que no avanzaron fue la de la senadora Kyrsten Sinema, de Arizona, ex demócrata que ahora es independiente, y el senador republicano Thom Tillis, de Carolina del Norte. Su legislación habría reforzado la financiación de la seguridad fronteriza y ampliado el uso de centros de detención a cambio de una vía a la ciudadanía para unos 2 millones de inmigrantes traídos a Estados Unidos cuando eran niños.
Al parecer, Tillis y Sinema habían mantenido conversaciones durante meses sobre el acuerdo, que también habría ampliado el Título 42.
Fuente: LA Times