El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se dirige a Catar este lunes (06.09.2021) en su primer viaje desde que los talibanes tomaron el control de Afganistán, en la búsqueda de un frente unido con aliados sacudidos por el caos.
Catar, una importante base militar de Estados Unidos, ha sido la vía de escape para 55.000 personas que abordaron vuelos para salir de Afganistán, casi la mitad del total de evacuados por las fuerzas encabezadas por Estados Unidos, tras la asombrosamente rápida victoria de los talibanes y la posterior retirada estadounidense.
Según la agenda anunciada, el miércoles Blinken partirá hacia la base aérea estadounidense en Ramstein, en Alemania, hogar temporal para miles de afganos que se mudarán a Estados Unidos. Allí celebrará una reunión virtual con ministros de 20 naciones sobre la crisis junto a su par alemán, Heiko Maas.
Gratitud con Catar
Blinken anticipó que en Catar expresará su «profunda gratitud por todo lo que están haciendo para apoyar los esfuerzos de evacuación» y se reunirá con afganos rescatados y diplomáticos estadounidenses, quienes trasladaron sus funciones de la clausurada embajada de Kabul a la de Doha.
También hablará con los cataríes sobre los esfuerzos que junto a Turquía están haciendo por reabrir el averiado aeropuerto de Kabul, una prioridad urgente que es necesaria para transportar ayuda humanitaria y evacuar a los afganos restantes.
Los talibanes prometieron que seguirán permitiendo que los afganos se vayan si así lo quieren, uno de los asuntos clave que los aliados estadounidenses esperan discutir durante las conversaciones en Alemania.
Estados Unidos anunció que hará seguimiento a los compromisos talibanes mientras determina la hoja de ruta con los islamistas radicales, cuyo régimen entre 1996 y 2001 fue derrocado por las fuerzas estadounidenses y que es conocido por una estrictísima interpretación del islam, que incluía ejecuciones públicas y una severo recorte de los derechos de las mujeres.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses dijeron que Blinken no planea reunirse con el régimen talibán, que también ha hecho de Doha su sede diplomática y desde donde negoció la retirada de Estados Unidos con la administración de Donald Trump.
Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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