Resistencia cívica. A la amenaza de cárcel contra el líder opositor, Juan Guaidó, el profesor de teoría política, Óscar Vallés, opina que la dirigencia debe cerrar filas en torno al dirigente de Voluntad Popular.

“Si es apresado la respuesta no puede ser convocar una sesión extraordinaria y designar un nuevo presidente de la Asamblea Nacional. Tienen que asumir una posición más firme, más contundente”, expresa.

La estrategia de apostar a la figura de Guaidó responde no solo a un factor interno e internacional –respaldo popular y apoyo externo que capitaliza el joven político- sino a la ausencia de una figura en la oposición que pueda relevarlo, apunta Vallés.

La oposición también tiene la tarea de fortalecer la “resistencia cívica” permanentemente. “El proceso de la Operación Libertad debe ser algo permanente, estamos frente a una fuerza opresiva formidable y no es posible que todavía los partidos no tengan organización aguas abajo, no conozcan a sus vecinos. El cese de la usurpación requiere de resistencia cívica”, cuestionó.

Virar la estrategia

El politólogo considera que la Asamblea Nacional debe virar su estrategia y poner el foco en la presencia de militares rusos y chinos en el país, denunciar la violación de la soberanía nacional y exigir su retiro.

“Debe hacer la denuncia formal por la presencia de militares extranjeros en Venezuela por escrito, ante el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, y denunciarlo ante le Grupo de Contacto y el Grupo de Lima. La Asamblea Nacional debe convocar por escrito al embajador ruso y exigir que rinda cuentas”, señala.

Según el artículo 187, numeral 11, de la Constitución es la Asamblea Nacional el único poder que puede autorizar el ingreso de misiones militares extranjeras al país.

¿Intervención militar?

Vallés advierte que Estados Unidos “no está dispuesto a invertir capital humano en una solución en Venezuela”. “Estaría dispuesto a invertir tecnológicamente, pero está esperando que los principales países afectados, como Brasil y Colombia, den un paso al frente y ofrezcan tropas para hacer más creíble una intervención en Venezuela”, argumenta.

Recuerda que la advertencia de Rusia fue dirigida a Colombia precisamente por la amenaza que pudiera representar.

El parlamento de Rusia advirtió al Congreso colombiano, en una carta divulgada el martes 2 de abril, que cualquier acción militar contra Venezuela será interpretada como un acto “ilegítimo” de agresión contra un Estado soberano y “una amenaza a la paz y seguridad internacionales”.

Para el analista, Nicolás Maduro percibe que los riesgos internos y externos son “manejables”.

“No veo en el país un clima de combatividad como para que Maduro considere que se le va a ir de las manos la protesta social si apresa a Guaidó y ha demostrado estar dispuesto a llevar la represión a otro nivel con el uso de civiles armados, también hemos visto aumentar sanciones y presiones sobre funcionarios de su entorno y parece estar dispuesto a seguir tolerándolas”, opina.

Sobre la intervención militar explica: “Perciben que es de menor capacidad de incidencia. Hay señales suficientes para saber que una intervención es una ecuación que se va a llevar mucho tiempo en el país”.

Fuente: Efecto Cocuyo

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