Los senadores estadounidenses Marco Rubio y Bob Menéndez dirigieron una carta a la Casa Blanca para solicitarle a Donald Trump que a partir del 10 de enero desconozca la legitimidad de Nicolás Maduro como mandatario venezolano y reconozca a la Asamblea Nacional como la única institución democrática del país.

La misiva, enviada el miércoles 12 de diciembre, argumenta que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela establece que el nuevo presidente constitucional debe juramentarse ante la Asamblea Nacional el 10 de enero de cada nuevo período presidencial. Sin embargo, la situación de las instituciones del país motivan que los senadores se planteen desconocer este acto, ya que además, el acto no se realizará en la Asamblea Nacional sino en la ilegítima constituyente.

“El Régimen de Nicolás Maduro ha convertido la Venezuela de una democracia en una dictadura. Por eso pedimos que condenes el su régimen como ilegítimo y formalmente reconozcas la Asamblea Nacional venezolana como la única institución democrática que permanece en el Gobierno”, expone el documento.

Traen a colación también el contexto en el que Maduro ganó las elecciones presidenciales de celebradas el pasado mayo. “El régimen de Maduro celebró elecciones fraudulentas que no cumplieron con los estándares internacionales para un proceso electoral transparente, justo y libre”, agrega.

En este sentido, argumentan que las elecciones fueron denunciadas por Estados Unidos y las democracias de todo el mundo. Mientras tanto, Maduro “continuó reprimiendo y violando los derechos humanos del pueblo venezolano” hasta el punto en el que ya se registran al menos 288 presos políticos, según la data de la organización Foro Penal.

Acotan que además el Gobierno utiliza la comida como herramienta política para controlar a la población y mantener a sus partidistas.

Por estos motivos, “en apoyo del pueblo venezolano”, los senadores introdujeron una propuesta de Ley Integral de Ayuda Humanitaria, Reconstrucción y Estado de Derecho en Venezuela 2018. Este documento establece que todas las acciones legislativas tomadas por el Gobierno de Venezuela solo serán legitimadas por Venezuela y la comunidad internacional si son firmadas o aprobadas por la Asamblea Nacional.

La investidura de Maduro está programada para el próximo 10 de enero y ha recibido fuertes críticas por parte de la comunidad internacional. Diversos Estados ya han manifestado que no lo reconocerán como presidente legítimo, y se colocan en la mesa propuestas para incrementar las medidas de presión sobre la cúpula gubernamental.

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