Un hombre armado abrió fuego en horas de la noche de este miércoles contra las personas que se encontraban en un bar ubicado cerca de Los Ángeles, California, provocando la muerte de doce de ellas, momentos antes de fallecer.

El sujeto entró al Bordeline Bar and Grill, lugar donde se celebraba una fiesta estudiantil en la que estaban presentes “varios cientos” de jóvenes, de acuerdo con la declaración que ofreció a la prensa el capitán Garo Kuredjian, de la oficina del Sheriff del Condado de Ventura.

“Hay una escena horrible allí. Hay sangre por todos lados”, indicó a los medios de comunicación Geoff Dean, sheriff del Concado Ventura. En este sentido, afirmó que hasta los momentos no han podido determinar si existe o no un “vínculo terrorista”, puesto que las investigaciones se encuentran en curso.

“Esa información surgirá en cuanto podamos determinar exactamente quién era el sospechoso y qué motivos lo llevaron a este evento horrible”, añadió.

Además, Dean señaló que entre las víctimas fatales se encuentran once personas que estaban en el bar y un policía que intervino en el hecho. Sin embargo, apuntó que la cifra de heridos, los cuales han sido ingresados a varios hospitales de la región, todavía no ha sido determinado.

De igual manera, sostuvo que el atacante también falleció, pero no lo contabilizaba entre las víctimas. El sheriff no pudo precisar tampoco si el tirador había sido abatido por la policía o si se había suicidado, según refiere AFP.

Varios testigos que se encontraban en el local describieron a un “hombre de saco negro”, “barbudo”, con un arma de puño de grueso calibre.

Un testigo no identificado citado por el periódico Los Angeles Times indicó que el hombre ingresó al bar a eso de las 11:30 pm y que comenzó a disparar con una “pistola negra”.

“Disparó mucho, al menos una treintena de veces. Todavía escuchaba los tiros cuando todo el mundo había abandonado el bar”, agregó.

Mientras otros testigos aseguraron que el tirador había lanzado una bomba de humo.

La mayoría de los testigos citados por los medios estadounidenses eran estudiantes universitarios que describieron escenas de pánico.

“Todo el mundo se tiró al suelo rápidamente. Todo el mundo quería salir lo más rápido posible”, declaró a la AFP una joven que escapó junto a una amiga por una ventana de la cocina.

Se trata del segundo tiroteo en Estados Unidos en menos de dos semanas. Hace diez días, once personas murieron en una sinagoga en la ciudad de Pittsburgh, en el peor ataque antisemita perpetrado en Estados Unidos.

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