Durante el diálogo interactivo sobre la situación de derechos humanos en Venezuela este 16 de diciembre, la delegación de Argentina calificó las sesiones actuales como un «ritual sin misa» que requiere, más que interpretaciones, una firmeza y coraje ausentes en muchos de los presentes.

El caso Nahuel Gallo: «Detenido por lo que conviene que represente»

La delegación argentina puso rostro a las violaciones sistemáticas denunciadas por la ONU al presentar el caso del genderame argentino Nahuel Gallo. La representación diplomática recordó que Gallo fue detenido hace más de un año sin orden judicial conocida e incomunicado bajo la acusación de «atentar contra la seguridad del Estado».

Argentina denunció la irregularidad del proceso, señalando que la acusación contra Gallo se produjo incluso antes de que este ingresara a territorio venezolano. «No se lo detuvo por lo que hizo, porque no hizo absolutamente nada; se lo detuvo por lo que conviene que represente», afirmó la delegación, describiendo las acusaciones del régimen chavista como herramientas «elásticas e ingeniosas» imposibles de refutar ante la ausencia de un tribunal independiente.

Once años de «disciplinar almas»

La intervención recordó que los crímenes documentados en Venezuela —que incluyen desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, torturas, asfixia, descargas eléctricas y violencia sexual— han sido recurrentes y continuados desde el año 2014.

La delegación argentina fue enfática al señalar que, tras once años de este «patrón sistemático», la comunidad internacional ya no puede ocultarse tras la neutralidad:

«El Consejo ya no puede alegar desconocimiento sobre el sufrimiento documentado en el país», señaló.

Argentina advirtió que el silencio frente a estos hechos implica una «complicidad y una traición flagrante» a los defensores de la libertad.

Del mismo modo, instó a los miembros del organismo a no «simular demencia» ni esperar que el impacto de las denuncias se olvide pronto.

Loading...