
Vox, el partido ultranacionalista y conservador español que polariza la vida política desde hace años, no está en su mejor momento de cara a las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Tras un ascenso sin precedentes, ¿cuáles son las razones de su pérdida de impulso? Lo analizamos a continuación.
Una marea de banderas españolas y miles de pancartas de Voxse observaron en el Palacio de Vistalegre de Madrid; cerca de 11.000 simpatizantes del partido ultraderechista se reunieron el pasado 19 de mayo para la convención Europa Viva 24. Hace seis años, este fue el escenario de la primera gran movilización de Vox.
En el estrado, el líder del partido, Santiago Abascall, transmitió su mensaje: «¡Queremos una Europa de patriotas, más segura, más próspera y más libre!».
Abascal recibió el apoyo del Presidente argentino, Milei, y de laprimera ministra italiana, Giorgia Meloni. Se trata de dirigentes cuya ideología comparte, en particular la del movimiento Fratelli d’Italia, que forma parte de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE), el mismo grupo de Vox en el Parlamento Europeo.
Al igual que el partido en el poder en Roma, Vox ha pasado de lo marginal a lo esencial en solo 10 años de existencia.
