Estados Unidos pidió este domingo al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) votar «inmediatamente» una resolución que permita el uso de otros dos cruces fronterizos para llevar ayuda de emergencia a las zonas opositoras del noroeste de Siria, muy afectadas por los recientes terremotos.
«Ahora mismo, cada hora cuenta», señaló en un comunicado la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, quien insistió en la importancia de que la comunidad internacional actúe cuanto antes.
En los últimos días, la ONU ha abogado por la apertura de cruces adicionales entre Turquía y el noroeste sirio con el fin de poder asistir a la población afectada por los terremotos en esta zona, que tardó tres días en recibir los primeros cargamentos de ayuda tras la tragedia.
La organización y sus socios humanitarios solo están autorizados a usar el paso de Bab al Hawa, entre territorio turco y la provincia de Idlib, en virtud de una resolución del Consejo de Seguridad, que les permite suministrar ayuda a esta zona opositora sin permiso del Gobierno de Damasco.
El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, visitó este domingo el lado turco de la frontera e insistió en la necesidad de poder contar con más cruces para llevar la asistencia que hace falta.
Según fuentes diplomáticas, había esperanzas de que durante su viaje a Siria Griffiths pudiese obtener luz verde del Gobierno de Bachar al Asad para usar más pasos fronterizos, lo que haría innecesaria una resolución del Consejo de Seguridad.
Por ahora eso no se ha concretado, aunque este domingo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo tras mantener una reunión con Al Asad que el líder sirio se mostró abierto a considerar la apertura de accesos adicionales en la frontera.
Hasta ahora, Damasco había mantenido que toda la ayuda debería canalizarse desde el interior del país, una vía que la ONU ha usado en algunas ocasiones, pero por la que asegura que es mucho más complicado proceder al necesitar coordinación entre las partes del conflicto y requerir el cruce del frente militar.
El Consejo de Seguridad tiene previsto reunirse para escuchar un análisis de la situación por parte de Griffiths, una cita que según dijeron a EFE fuentes diplomáticas podría tener lugar ya este lunes, aunque a última hora del domingo aún no se había convocado de forma oficial.
La cuestión de la ayuda transfronteriza a las zonas rebeldes de Siria ha sido en los últimos años un tema muy controvertido en el Consejo de Seguridad, donde Rusia -el gran aliado de Al Asad- ha ido obligando a recortar el número de cruces disponibles hasta dejarlo solo en uno.
Dado que Moscú tiene poder de veto, para abrir nuevos pasos es necesario que, como mínimo, la delegación rusa se abstenga.