Al menos 3.738 niños y adolescentes perdieron la vida de forma violenta en Venezuela entre los años 2017 y 2021.

Así lo reveló un informe reciente difundido por el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), La Red para los DDHH y Cecodap. 

En una ponencia divulgada a través de YouTube, las instituciones resaltaron que la mayoría de los casos responden a la actuación delictiva. Sin embargo, esto también incluyó infanticidios cometidos por padres y representantes.

CIFRAS ALARMANTES: LA REALIDAD DE LOS MENORES EN VENEZUELA

Gloria Perdomo, coordinadora del OVV, resaltó que entre los años 2017 y 2019, al menos tres niños murieron diariamente por alguna razón violenta: «Su muerte pudo prevenirse, si hubiéramos podido controlar y conocer las condiciones por las cuales están ocurriendo estos hechos», mencionó.

Asimismo, aunque los adolescentes registraron cifras más elevadas de mortalidad, la vulnerabilidad en niños de 0 a 11 años también sufrió un aumento alarmante en los últimos años. 

Entre los principales detractores de la niñez se encuentran la violencia intrafamiliar, la letalidad policial, el empobrecimiento y la actuación delictiva. 

Perdomo aseveró que en 2020 se registraron 545 muertes de infantes por la actuación de cuerpos policiales. A esto le sumó la participación de bandas delictivas; las cuales se dedican a la «captación de jóvenes y adolescentes usando la oferta de alimentos y otros recursos». 

«No tenemos en el caso de los cuerpos policiales un desempeño que asegure la protección de los menores», sentenció.

La postura fue compartida por el abogado Carlos Trapani, quien además resaltó que la mayoría de estos incidentes ocurren «cuando cuerpos policiales realizan operativos de seguridad, con enfrentamientos entre bandas armadas, o viceversa. Los niños resultan afectados por las balaceras, afrontan inseguridad y temor». 

INSEGURIDAD ALIMENTARIA

La crisis económica en Venezuela también incrementó las situaciones de riesgo para los pequeños.

El análisis indicó que además de la desnutrición, el progresivo empobrecimiento de las familias acrecentó los episodios de crueldad. 

NO HAY INFORMES OFICIALES 

Los investigadores resaltaron la obligación del Estado en defender la integridad de los menores y presentar cada año un informe actualizado sobre su situación. 

Sin embargo, la información continúa desactualizada, lo que se resume en un claro obstáculo a la hora de luchar contra la violencia.

«Es necesario ver lo que está sucediendo con la población vulnerable (…) No podemos contar con los programas, con el tipo de intervención que las instituciones deberían estar brindando», mencionó Gloria Perdomo.

Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
NOTIEXPRESSCOLOR.COM

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