La noche de los atentados se descubrieron fragmentos de falsos pasaportes sirios cerca de los cuerpos de dos de los tres atacantes suicidas en el Estadio de Francia. Ambos, de nacionalidad iraquí, llegaron a Europa a través de la isla griega de Leros el 3 de octubre de 2015 en un grupo de 198 migrantes.

En ese mismo grupo de migrantes irregulares, la policía identificó a continuación al argelino Adel Haddadi y al paquistaní Muhammad Usman, que fueron encarcelados brevemente a su llegada a Grecia.

Enviados como «refugiados” por Estado Islámico para matar en Europa

Ambos fueron detenidos en un albergue de migrantes en Austria en virtud de un mandato de detención europeo del 10 de diciembre de 2015. Durante el interrogatorio, reconocieron que el grupo Estado Islámico (EI) los envió a Francia para una misión suicida.

Los investigadores descubrieron que la mayoría de los miembros del comando yihadista llegaron a Europa desde Siria haciéndose pasar por refugiados. Su recorrido fue a menudo el mismo. Gracias a falsos pasaportes sirios, llegaron a Grecia, atravesaron en autos alquilados Hungría, Austria y Alemania o los Balcanes hasta llegar a Bélgica.

Utilizar la «ruta de los migrantes» fue una idea de la célula de operaciones exteriores (Copex) del EI, consagrada a perpetrar atentados en Europa.

Célula «Copex” del terrorismo islamista internacional

La Copex se creó en junio de 2014. Aunque estaba presidida por el número 2 del grupo, Abu Mohammad al Adnani, la dirigía el belgomarroquí Oussama Atar, apodado «Abu Ahmad al Iraki». En septiembre de 2014, Al Adnani llamó a los musulmanes a actuar ante los «cruzados» y sus aliados, en respuesta a la coalición militar internacional y los ataques aéreos occidentales contra el EI.

Los «malvados y sucios franceses» son citados claramente como objetivo. Para los investigadores, «este discurso es la base de una nueva estrategia que busca llevar el combate contra los ‘infieles’ a su propio territorio y, en particular, a Francia». Varios individuos radicalizados y fascinados por la propaganda yihadista respondieron solos o en pequeños grupos a estos llamados cometiendo atentados en Francia, a menudo revindicados por el EI.

Respecto a los del 13 de noviembre, se considera que fueron ordenados por Oussama Atar. Aunque será juzgado en rebeldía, se cree que un bombardeo de la coalición lo mató en noviembre de 2017 en Irak o Siria.

Siria como el campo reunión de terroristas yihadistas

Oussama Atar llegó a Siria en 2003 y un año después a Irak, donde se enfrentó a las tropas estadounidenses junto a combatientes yihadistas. Los norteamericanos lo detuvieron en febrero de 2005. Un tribunal iraquí lo condenó a 20 años de prisión, donde conoció a Abu Mohammed al Adnani, el futuro número 2 del EI al que un bombardeo estadounidense mató el 30 de agosto de 2016.

Atar fue liberado en septiembre de 2012 por motivos de salud y volvió a Bélgica antes de regresar a Siria en diciembre de 2013. Durante su estancia en Bélgica, se le atribuye un «importante papel» en la radicalización de sus primos Ibrahim y Khalid Bakraoui, ambos encarcelados por atracos.

Tras salir de prisión en enero de 2014, Khalid Bakraoui viajó a Siria en noviembre y regresó al mes siguiente a Bélgica, donde crea una red de escondites y logística en la comuna bruselense de Molenbeek.

Muchos yihadistas implicados en los atentados del 13 de noviembre transitaron por allí antes de pasar a la acción, entre ellos Abdelhamid Abaaoud. Este hombre apodado Abu Omar al Belgiki está considerado el promotor de varios ataques en Europa, entre ellos al tren Thalys, y el jefe de operaciones de los comandos que atentaron el 13 de noviembre en Francia.

Sus miembros procedentes de Siria llegaron a Bélgica a partir de finales de agosto de 2015 y, con falsos documentos de identidad belgas, permanecieron escondidos en los refugios alquilados por los Bakraoui. De agosto a noviembre, los yihadistas aprovecharon «para adquirir los productos necesarios para la fabricación» de explosivos y «muy probablemente para obtener los fusiles de asalto usados el 13 de noviembre de 2015», según los investigadores.

Especialistas en explosivos y tácticas militares, altamente ideologizados

Los yihadistas dispuestos a atentar en Europa eran en su mayoría combatientes experimentados. Casi la mayoría de los miembros del comando parisino formaron parte de las «brigadas de élite» del EI. Estuvieron sometidos a una sólida formación militar e ideológica. Por ejemplo, el francés Bilal Hadfi, uno de los tres que se suicidaron en Saint-Denis, recibió una formación especial sobre la fabricación de cinturones de explosivos.

En un video de propaganda difundido en enero de 2016 pero grabado antes de los atentados, siete de los nueve miembros de los comandos ejecutan a prisioneros no identificados y defienden sus futuros ataques en Francia. Para los servicios de inteligencia, estos crímenes constituyen el último examen que «permite a la organización garantizarse su fiabilidad y su compromiso».

Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
NOTIEXPRESSCOLOR . COM

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