El pasado fin de semana se informó que solo en julio, 898 personas murieron en Guatemala como consecuencia de la COVID-19.
En tal sentido, el aumento de los casos ha creado una frustración entre la comunidad médica del país.
Aseguran que debido a las precariedades del sistema de salud, no se puede atender a todos los contagiados de forma adecuada.
Un ejemplo de ello es que a algunos pacientes intubados se les amarra a sus camas para evitar que, ante la incomodidad o el dolor, se retiren los sistemas de respiración artificial.
«Cuando no tenemos medicamentos, es como una de las opciones que hemos utilizado para que estén, pues, más tranquilos»,
LA COVID-19 EN GUATEMALA
Ante el alza de contagios por COVID-19, el Gobierno de Guatemala decretó estado de calamidad hace unos días.
Del mismo modo toque de queda de 10 p.m. a 4 a.m. por un mes.
Francisco Coma, viceministro de Hospitales precisó que todos los hospitales de la red pública y privada se encuentran con ocupación desde el 95 hasta el 100 por ciento en atención a pacientes moderados y graves.
«Hablo de los hospitales temporales y además hablo de hospitales de la red nacional, a tener un 95 por ciento de ocupación en los pacientes graves, y por arriba de 80 por ciento en los pacientes moderados”, indicó Coma.
El viceministro aseguró que, aunque no se tiene la confirmación oficial, es muy probable que en el país ya circule la variante delta, considerada como “preocupante” por la Organización Mundial de la Salud (OMS) por ser altamente contagiosa.
Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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