La depresión tropical Grace empapaba este lunes (16.08.2021) a Haití, país devastado por el poderoso terremoto del sábado, amenazando con dejar hasta 38 centímetros de lluvia sobre un paisaje ruinoso, mientras los rescatistas buscan supervivientes y mucha gente a la intemperie se acurruca en los campos.
Dos días después del potente terremoto que sacudió Haití, matando a más de 1.400 personas, los trabajadores de rescate se afanaban en la búsqueda de desaparecidos posiblemente atrapados en las ruinas, mientras la depresión tropical Grace amenaza este lunes con empeorar aún más la situación.
Grace descarga lluvias torrenciales y amenaza con dejar inundaciones y deslizamientos de tierra en esta nación y la vecina República Dominicana, advirtió el estadounidense Centro Nacional de Huracanes, con sede en Miami.
La depresión tropical situaba este lunes a unos 80 km al este de Puerto Príncipe, la capital haitiana, y avanzaba hacia el oeste a cerca de 20 km/h, con vientos máxima sostenidos de 55 km/h y ráfagas más fuertes, indicaron los meteorólogos.
Las últimas cifras fatídicas
Según las últimas cifras de Protección Civil divulgadas la tarde del lunes, la catástrofe dejó 1.419 muertos, más de 6.900 heridos y una cifra superior a 37.000 viviendas destruidas o dañadas.
La gran mayoría de las víctimas mortales se han registrado en el departamento del Sur (1.133), cuya capital es Les Cayes, mientras que el resto corresponden a los departamentos de Grand Anse (162), Nippes (122) y Noroeste (2).
En la pequeña ciudad costera de Port Salut, al igual que en el resto de las zonas afectadas, los residentes se enfrentaban a un dilema: permanecer al aire libre para protegerse de las réplicas, o trasladarse a los edificios dañados para refugiarse del fuerte temporal.
El hospital de la ciudad decidió intentar proteger a los pacientes que se hacinan en el patio bajo lonas de plástico desde el terremoto y desde el mediodía del lunes los pacientes fueron trasladados al interior de las instalaciones a pesar del temor a las réplicas.
Heridos temerosos en el hospital
«Los médicos nos piden que volvamos bajo la losa de hormigón esta noche, pero hasta ahora no estamos seguros. Todavía está temblando, así que por eso estamos fuera», decía Wilfried Labaye, de 41 años, antes de que se tomara la decisión de meter a todo el mundo dentro.
Su esposa, Esperance Rose Nadine, de 36 años, yacía en el suelo a su lado. Sus dos piernas fueron aplastadas cuando su casa en las montañas cercanas se derrumbó.
Labaye estaba preocupado no sólo por la salud de su esposa sino también por el clima, del que no pueden escapar.
«No sé cómo será esta tormenta», dijo.
Junto a las enfermeras que atienden a los heridos, Aline Cadet, una comadrona de 26 años, estaba también angustiada por los informes meteorológicos.
«Psicológicamente no estamos bien. No tenemos ni idea de cómo nos las vamos a arreglar», dijo. «Hay mujeres embarazadas aquí, algunas han perdido a sus bebés en caídas o lesiones».
Misión militar conjunta de auxilio
Muchos países, entre ellos Estados Unidos, República Dominicana, México y Ecuador, ofrecieron su ayuda enviando personal, raciones de emergencia y equipos médicos.
El ejército estadounidense anunció el lunes la formación de una misión militar conjunta y desplegó un equipo encargado de evaluar la situación en las zonas afectadas con recursos de observación aérea, tras el sismo de 7,2 de magnitud.
También se han movilizado cuatro helicópteros para el transporte. El objetivo es «hacerse una idea de los daños», dijo el lunes el portavoz del Pentágono, John Kirby.
Las imágenes aéreas tomadas por los equipos estadounidenses «ayudarán a determinar qué ayuda se necesita, dónde y cuándo».
Alejandro Ramírez Saavedra
CEO
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