Las autoridades de China, que comparte 76 kilómetros de frontera con Afganistán, indicaron el lunes (16.08.2021) que quieren mantener «relaciones amistosas» con los talibanes, un día después de que entraran en Kabul y provocaran la desintegración del gobierno.

China «respeta el derecho del pueblo afgano a decidir su propio destino y futuro y desea seguir manteniendo relaciones amistosas y de cooperación con Afganistán», dijo a la prensa una portavoz de la diplomacia china, Hua Chunying. «Los talibanes indicaron varias veces su esperanza de desarrollar buenas relaciones con China» explicó la portavoz, quien precisó que la embajada china en Kabul «sigue funcionando normalmente».

«China espera que los talibanes respeten sus promesas de establecer, mediante negociaciones, un gobierno islámico abierto e inclusivo. Esperamos una transición pacífica y que termine la violencia y el terrorismo», añadió Hua, que evitó responder a si China reconoce ya un gobierno de los insurgentes. «Esta guerra lleva ya más de 40 años. Pararla y conseguir la paz es a lo que aspiran los afganos, los países de la región y la comunidad internacional», dijo también, postulando a Pekín para participar en los procesos de reconstrucción en el país.

El poder chino calificó en las últimas semanas de «irresponsable» la retirada de Estados Unidos de Afganistán, al temer un guerra civil en este país vecino. Ante el riesgo de caos afgano, el poder chino inició desde septiembre de 2019 conversaciones con los talibanes. Una delegación talibán fue recibida en esa época en China.

China ha sumado también en 2016 a Afganistán a su gran proyecto de infraestructuras de las «Nuevas rutas de la seda». Pero, a falta de seguridad, las inversiones chinas han sido modestas: 4,4 millones de dólares en 2020, según el ministerio chino de Comercio.

«China espera que los talibanes respeten sus promesas de establecer, mediante negociaciones, un gobierno islámico abierto e inclusivo. Esperamos una transición pacífica y que termine la violencia y el terrorismo», añadió Hua, que evitó responder a si China reconoce ya un gobierno de los insurgentes. «Esta guerra lleva ya más de 40 años. Pararla y conseguir la paz es a lo que aspiran los afganos, los países de la región y la comunidad internacional», dijo también, postulando a Pekín para participar en los procesos de reconstrucción en el país.

El poder chino calificó en las últimas semanas de «irresponsable» la retirada de Estados Unidos de Afganistán, al temer un guerra civil en este país vecino. Ante el riesgo de caos afgano, el poder chino inició desde septiembre de 2019 conversaciones con los talibanes. Una delegación talibán fue recibida en esa época en China.

China ha sumado también en 2016 a Afganistán a su gran proyecto de infraestructuras de las «Nuevas rutas de la seda». Pero, a falta de seguridad, las inversiones chinas han sido modestas: 4,4 millones de dólares en 2020, según el ministerio chino de Comercio.

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